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Voto de Jean Ra:
7
5,6
5.668
Terror. Thriller. Drama
Tras sufrir una tragedia personal, Harper (Jessie Buckley) se retira sola a la hermosa campiña inglesa, con la esperanza de haber encontrado el lugar ideal para curarse. Pero algo o alguien parece estar acechándola. Lo que comienza como un pavor latente terminará convirtiéndose en una auténtica pesadilla, habitada por sus recuerdos y miedos más oscuros. (FILMAFFINITY)
27 de julio de 2022
260 de 320 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde luego los amantes de las películas sencillas, agradables y sentimentales no tienen en "Men" una pieza en la que hincarle el diente. Tras dos títulos de ciencia-ficción, el novelista y guionista Alex Garland cambia totalmente de registro dentro del género fantástico, pasándose a una especie de thriller onírico, en el cual Harper, su protagonista, viaja a una población rural inglesa, donde vivirá su propio purgatorio después de un calamitoso desenlace con su marido James.
Si bien Garland se decanta por un estilo visual más sobrio, poco dado a florituras y narraciones más convencionales, aquí toma un desvío y opta por una fotografía más expresiva, pensada para captar la sensualidad del paisaje de la campiña inglesa, en un principio amable, pero conforme progresa la narración se torna claustrofóbica, de modo que lo acogedor y recogido se torna en aislado y amenazador, atmósfera que Garland recrea con destreza, desechando los diálogos pare recrearse en unas visiones dantescas de notoria fuerza visual.
Ya en la llegada a la casona rural, Harper pasa junto a un manzano y toma una fruta, referencia bíblica que no pretende ser críptica, si no ponernos en contacto con la idea del paraíso... pero también del pecado. Porque el capítulo traumático de James se ha grabado en su subconsciente con tal fuerza que tomará los controles de su mente y la guiará por un mundo trastocado (*), de atmósfera indudablemente onírica. Hay naturaleza pero no naturalismo.
El quid de la cuestión es que la culpa corroe su mente a pesar que comprobamos que el dramático desenlace no fue causado por ella. Todo lo contrario. A lo largo de la narración, contactará con una serie de personajes, todos interpretados por Rory Kinnear, que vienen a formar una escala de la maldad y el machismo que impera en la sociedad en diferentes grados.
.El hombre verde: que aparece desnudo y la acosa. Ni sabemos qué voz tiene. Su violencia es la más explícita.
.El muchacho de la iglesia: quiere jugar con ella y la insulta cuando se niega, como si no tuviese derecho a rechazar sus deseos.
.Los tipos del pub: en algún incidente toman carta de forma más explícita, pero se conforman con mirarla de forma fija, con grosería e impudicia. Una violencia sutil pero también incómoda e invasiva.
.El sacerdote: quizás el peor de todos, el más retorcido, que finge ayudar y sin embargo se encarga de recalcar injustamente la culpa de Harper en el episodio trágico de James. Es la base cultural de la violencia, que siempre se acomoda al varón.
.El policía del pueblo: No no se toma muy en serio la situación de Harper, su disposición a protegerla del acoso parece bastante fláccida. Una línea de defensa que cede por una indolencia causada por su mentalidad.
.Geoffrey, el casero: su machismo es la más ingenuo, muestra buen talante y disposición, pero también lanza preguntas impertinentes acerca de la intimidad de su huésped, que en la cultura inglesa son especialmente invasivas si se dirigen a un recién conocido.
Al unísono, este monstruo de las mil caras, que es el machismo, será la fuerza con las que debe lidiar por tal de enfrentarse a ese sentimiento de culpa, no obstante el fondo cultural es poderoso y sabotea de forma constante esa búsqueda de la paz necesaria para sanar, esforzándose que lo colectivo se filtre en lo individual.
Garland lanza así su obra más claramente política, también su narración más arriesgada, pues para conformar ese clima claustrofóbico y pesadillesco se apoya mucho en montajes paralelos, escenas que son abstracciones y en general el diálogo apenas ocupa una cuarte parte, casi todo se confía en la fuerza visual y al final la traca de efectos especiales traen a coalición al Cronenberg de los 80, escenas realmente viscerales, viscosas e impactantes, que sin embargo hay que reconocer también conforma un clímax algo estirado, cuya tensión narrativa no siempre está bien sostenida, al igual que en algunos tramos de la morosa narración.
Aún y así, si se ha prestado atención, en absoluto se puede calificar de título convencional o torpe, por contrario es una cinta que conjuga con acierto un trasfondo intelectual claro y preciso con el género fantástico, que sirve para ahondar en una de las pesadillas de nuestro tiempo (es decir, Inglaterra).
Si bien Garland se decanta por un estilo visual más sobrio, poco dado a florituras y narraciones más convencionales, aquí toma un desvío y opta por una fotografía más expresiva, pensada para captar la sensualidad del paisaje de la campiña inglesa, en un principio amable, pero conforme progresa la narración se torna claustrofóbica, de modo que lo acogedor y recogido se torna en aislado y amenazador, atmósfera que Garland recrea con destreza, desechando los diálogos pare recrearse en unas visiones dantescas de notoria fuerza visual.
Ya en la llegada a la casona rural, Harper pasa junto a un manzano y toma una fruta, referencia bíblica que no pretende ser críptica, si no ponernos en contacto con la idea del paraíso... pero también del pecado. Porque el capítulo traumático de James se ha grabado en su subconsciente con tal fuerza que tomará los controles de su mente y la guiará por un mundo trastocado (*), de atmósfera indudablemente onírica. Hay naturaleza pero no naturalismo.
El quid de la cuestión es que la culpa corroe su mente a pesar que comprobamos que el dramático desenlace no fue causado por ella. Todo lo contrario. A lo largo de la narración, contactará con una serie de personajes, todos interpretados por Rory Kinnear, que vienen a formar una escala de la maldad y el machismo que impera en la sociedad en diferentes grados.
.El hombre verde: que aparece desnudo y la acosa. Ni sabemos qué voz tiene. Su violencia es la más explícita.
.El muchacho de la iglesia: quiere jugar con ella y la insulta cuando se niega, como si no tuviese derecho a rechazar sus deseos.
.Los tipos del pub: en algún incidente toman carta de forma más explícita, pero se conforman con mirarla de forma fija, con grosería e impudicia. Una violencia sutil pero también incómoda e invasiva.
.El sacerdote: quizás el peor de todos, el más retorcido, que finge ayudar y sin embargo se encarga de recalcar injustamente la culpa de Harper en el episodio trágico de James. Es la base cultural de la violencia, que siempre se acomoda al varón.
.El policía del pueblo: No no se toma muy en serio la situación de Harper, su disposición a protegerla del acoso parece bastante fláccida. Una línea de defensa que cede por una indolencia causada por su mentalidad.
.Geoffrey, el casero: su machismo es la más ingenuo, muestra buen talante y disposición, pero también lanza preguntas impertinentes acerca de la intimidad de su huésped, que en la cultura inglesa son especialmente invasivas si se dirigen a un recién conocido.
Al unísono, este monstruo de las mil caras, que es el machismo, será la fuerza con las que debe lidiar por tal de enfrentarse a ese sentimiento de culpa, no obstante el fondo cultural es poderoso y sabotea de forma constante esa búsqueda de la paz necesaria para sanar, esforzándose que lo colectivo se filtre en lo individual.
Garland lanza así su obra más claramente política, también su narración más arriesgada, pues para conformar ese clima claustrofóbico y pesadillesco se apoya mucho en montajes paralelos, escenas que son abstracciones y en general el diálogo apenas ocupa una cuarte parte, casi todo se confía en la fuerza visual y al final la traca de efectos especiales traen a coalición al Cronenberg de los 80, escenas realmente viscerales, viscosas e impactantes, que sin embargo hay que reconocer también conforma un clímax algo estirado, cuya tensión narrativa no siempre está bien sostenida, al igual que en algunos tramos de la morosa narración.
Aún y así, si se ha prestado atención, en absoluto se puede calificar de título convencional o torpe, por contrario es una cinta que conjuga con acierto un trasfondo intelectual claro y preciso con el género fantástico, que sirve para ahondar en una de las pesadillas de nuestro tiempo (es decir, Inglaterra).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
(*) La escena en la que Harper baja a la calle para contemplar el cadáver de James es clave para comprender el posterior desarrollo, pues las heridas de James son idénticas a las que luego son infligidas a su acosador del campo, la misma herida atroz en la mano, el pie roto y demás. El relato que presencia el espectador es, por lo tanto, una emanación de ese día traumático.
Para que se comprenda hasta qué punto ese machismo inherente en la sociedad está bien anclado, basta con leer alguna reseña de otro usuario, donde se lee que "la pareja masculina de la protagonista no es en absoluto un maltratador. Al contrario, es claramente una víctima". El tipo literalmente le suelta un puñetazo en la nariz a su mujer cuando ella se niega a enseñarle el contenido de su móvil. Muy bien, no es habitual en él, sin embargo, frente a la posibilidad que su relación termine, la reacción de James es amenazarla con suicidarse para que cargue con esa culpa el resto de su vida. ¿De verdad no se ha comprendido que ésas son conductas brutales, claramente de maltratador?
Y ya que los ofendiditos le darán al dedito para abajo (cosa que siempre me ha sido indiferente), recordad que si os parece que la película demoniza a los hombres es porque vuestra idea de los hombres es bien simplona, cualquier persona con un mínimo de sesera se dará cuenta que se critica a las conductas tóxicas. No se critica a los hombres por serlo, sino por lo que hacen. ¿Cómo dices? ¿Tú no haces esas mismas cosas que los habitantes de ese pueblo? Entonces no tiene ningún sentido creerse aludido.
Para que se comprenda hasta qué punto ese machismo inherente en la sociedad está bien anclado, basta con leer alguna reseña de otro usuario, donde se lee que "la pareja masculina de la protagonista no es en absoluto un maltratador. Al contrario, es claramente una víctima". El tipo literalmente le suelta un puñetazo en la nariz a su mujer cuando ella se niega a enseñarle el contenido de su móvil. Muy bien, no es habitual en él, sin embargo, frente a la posibilidad que su relación termine, la reacción de James es amenazarla con suicidarse para que cargue con esa culpa el resto de su vida. ¿De verdad no se ha comprendido que ésas son conductas brutales, claramente de maltratador?
Y ya que los ofendiditos le darán al dedito para abajo (cosa que siempre me ha sido indiferente), recordad que si os parece que la película demoniza a los hombres es porque vuestra idea de los hombres es bien simplona, cualquier persona con un mínimo de sesera se dará cuenta que se critica a las conductas tóxicas. No se critica a los hombres por serlo, sino por lo que hacen. ¿Cómo dices? ¿Tú no haces esas mismas cosas que los habitantes de ese pueblo? Entonces no tiene ningún sentido creerse aludido.