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Mauricio (Isla) Mauricio (Isla) · Vheissu
Voto de Jean Ra:
7
Drama. Thriller La Ciotat, sur de Francia. Antoine acude a un taller de escritura en el que un grupo de jóvenes ha sido seleccionado para escribir un thriller policiaco con la ayuda de Olivia, una famosa novelista de Paris. El proceso creativo hace hincapié en el pasado industrial del pueblo, un tipo de nostalgia que deja indiferente a Antoine. Más preocupado por los temores del mundo moderno, el joven pronto chocará con el grupo y con Olivia. (FILMAFFINITY) [+]
11 de noviembre de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al terminar de ver este "Atelier" sentí como que Cantet quería dar cuenta del fracaso de la ficción en su misión de reflejar la realidad y, a su manera, contribuir a calmar a los desasosegados y desasosegar a los tranquilos. Un grupo de jóvenes "descarriados" se reúne en una casa costera cerca de Marsella para asistir a un taller de escritura creativa. Ninguno parece motivado por fervores literarios. Unos están ahí para matar el tiempo, otros para evitar oficios físicamente exigentes como ahora el de peón o electricista. Está claro que la intención es ofrecer un muestrario de la juventud francesa actual, interés que conecta "Atelier" con "Entre les murs".

"Entre les murs" daba cuenta de la dificultad para construir futuros. El "Atelier" se muestra más pesimista y nos habla de jóvenes apáticos instalados en el nihilismo, que miran el pasado y el presente con idéntica indolencia, como si se hubieran contagiado del destino decadente de La Ciotat, donde habitan. Tras unos primeros compases dónde se da cuenta de personajes que representan a diferentes segmentos de esa población (inmigrantes malienses, magrebís, blancos, etcétera) la narración se concentra en la relación entre Olivia, la profesora, y Antoine, el díscolo que halla en constantes comentarios provocadores el único puente para relacionarse con sus corregionarios.

Hay que decir que el esbozo de los personajes no es en absoluto simple y tópico. Olivia se muestra paternalista por momentos, pero también dialogante, invita de forma honesta a la participación y si bien no esconde que el hecho que le paguen por enseñar es un incentivo, no desvela a las claras que en verdad utiliza a esos alumnos para "documentarse" de cara a una obra que tiene en preparación y que no logra avanzar. Antoine por su parte es arisco e introvertido a la vez que tiene su grupo de amigos, su relación con los otros alumnos es distante e incluso tensa, pero también aprende y reflexiona de lo que ve. Al principio de la película parece haber hallado en un influencer de extrema derecha una respuesta a su aburrimiento así como un posible futuro en las filas del ejército de tierra, más, conforme avanza la historia, comprobamos que todo eso queda a un lado mientras su interés por Olivia crece hasta el punto de lindar con la obsesión. Lee sus libros, la observa a escondidas mientras ella está en su casa, la busca en Internet. También ella realiza ciertas averigüaciones indiscretas que vienen a dar cuenta de cierta tendencia contemporánea de investigar a través de la red a las personas que nos llaman la atención.

A la postre Cantet nos habla de dos personajes que comparten similitudes. Olivia no parece conocer de verdad a los personajes de los que escribe, él parece sumido en el desencanto y se deja influenciar por visiones políticas sectarias y demagógicas. Ambos comparten una visión algo sesgada de la realidad, no terminan de dominar su destino a pesar que al principio Olivia se demuestra como una figura rectora, una conocedora que imparte conocimiento. En verdad está frustrada y por eso ha recurrido a esas clases para conformar unos personajes adolescentes que quiere introducir en su siguiente libro y que podrían parecerse a sus alumnos. Olivia intenta ayudarlos, pero vemos que en el caso de Antoine se demuestra incapaz a pesar de su interés. Y no sólo eso. El chico se demuestra sagaz, comprende las verdaderas motivaciones de Olivia y al final opta por darle un baño de realidad, a que se sumerja en aquello que desea conocer pero que empobrecerá con su prosa afectada.

Así, a través de esas dos vías, Cantet nos habla de la impotencia de la ficción contemporánea. Ya no tiene capacidad de influencia sobre la juventud como pudo tenerla en su momento Wolfgang Goete, cuyo "Las penas del joven Werther" influenció en cierta ola de suicidios en Alemania en el siglo XVIII, o Jean-Paul Sartre o André Malraux. Por más que Antoine lo intenta y escribe, siempre recoge desidia y rechazo. Él mismo tampoco le encuentra especial interés. Por el lado de Olivia también descubre lo vano que resulta su trabajo y en las últimas escenas se da de bruces contra la realidad de forma dolorosa.

No he echado de menos el optimismo moderado de "Entre les murs", pero sí cierta empatía por sus personajes, a los que vemos desasistidos y que son observados quizá con demasiada distancia. También da la sensación que podría haber aprovechado más la vena de escritora de Olivia, que si hubiesen filmado y montado hipotéticos fragmentos de su obra, que pudieran ser discutidos por los alumnos o si no que sirvieran de contraste al espectador, reforzaría esa visión acerca de escritores que despachan productos comerciales y jóvenes que ya no hallan satisfacción ni en los videojuegos, la vida social, la familia, la literatura y prácticamente casi en nada. Y si reviviera a alguno de los aquellos alumnos que aparecieron en su película ganadora de la Palma de Oro de Cannes? Veo ahí una idea feliz. En todo caso, aparcando ya las especulaciones, a mí personalmente me ha invitado a la reflexión, cosa que no siempre se puede decir de tantas otras ficciones comerciales.
Jean Ra
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