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España España · Badajoz (Extremadura)
Voto de Guadianalane:
8
Drama. Bélico Berlín, abril de 1945. La guerra está sentenciada, pero en las calles de la capital del Reich todavía se libra una encarnizada batalla. Adolf Hitler (Bruno Ganz) y sus fieles se han atrincherado en un búnker. Entre ellos se encuentra Traudl Junge (Alexandra Maria Lara), la secretaria personal del Führer. En el exterior, la situación se recrudece. A pesar de que Berlín ya no puede resistir más, Hitler se niega a abandonar la ciudad y, ... [+]
31 de marzo de 2008
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Han pasado más de cinco décadas desde que Adolf Hitler abandonara este mundo. Ojalá no hubiera venido nunca. Desde entonces, las generaciones que no vivimos directamente aquellos acontecimientos en los que se vio envuelto el mundo a mediados del siglo XX hemos considerado la figura de Hitler como una especie de demonio inhumano, un ser abyecto procedente del mismísimo infierno...Porque, ¿cómo entender si no lo que aquel político siniestro hizo con los judíos y con otras monorías dentro y fuera de Alemania? ¿Cómo entender Auschwitz, la política de ghettos, la "solución final"? Cualquier persona con sentimientos, con un mínimo de empatía por sus semejantes, no alcanza a comprender cómo alguien pudo ordenar la muerte de 6 millones de personas a las que ni siquiera consideraba seres humanos...¿Por qué invadió Polonia, Francia, Noruega, Checoslovaquia, etc. iniciando el más salvaje y devastador conflicto bélico sobre nuestro Planeta? Debía estar loco.

Pues no. Hitler era un ser humano. Eso es lo que nos enseña la película, entre otras muchas cosas. Esa es la terrible lección que nos otorga un magnífico Bruno Ganz transmutado en el Hitler de los últimos días. Un ser humano abyecto, despersonalizado ("Le conozco desde hace quince años y ni siquiera sé cómo es", dice su pareja, Eva Braun, en un momento de la película), acomplejado, criminal, lleno de odio, histérico, celoso, inseguro, paranoico, tiránico...Pero un ser humano, a fin de cuentas; lo cual es, en definitiva, lo peor de la cruda realidad, porque si hubiera sido un dios vengativo y omnipotente nada hubiéramos podido hacer contra él. Así que, si era una persona de carne y hueso, ¿por qué nadie le puso freno o acabó con él antes de que fuera demasiado tarde? Me refiero a alguien de dentro, de su propio entorno ¿Cómo es posible que tejiera esa red de amistades inquebrantables a su alrededor, de fidelidades? ¿Por qué una chica de veinte años se convierte en su secretaria y se mantiene fiel hasta el final? ¿Por qué hombres y mujeres, por otro lado valientes, le juraron permanecer hasta el fin? ¿Por qué una madre como Magda Goebbels decide asesinar a sus seis hijos por honor, por fidelidad a su Führer?

Todas estas preguntas quedan en el aire, aunque podemos intuir la respuesta. Mirémonos en el corazón de cada uno y decidamos si nosotros hubiéramos caído o no en la misma trampa ideológica que los protagonistas de esta dramática hstoria. No hay héroes, todos son villanos. Todos están condenados por la Historia. Hitler, Eva Braun, Joseph Goebbels, su mujer Magda, Traudl Junge...Todos, envueltos en el oprobio y en la ignominia de la Razón. Todos eran seres humanos, de carne y hueso. Lo que significa que la Historia pudo haber sido diferente y esa es la principal lección que podemos extraer de esta gran película.
Guadianalane
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