Vamos a ser cautos, X men primera generación es una aceptable película basada en el comic de la Marver, pero he leído por ahí palabras mayores como la mejor película basada en héroes de papel u obra maestra del género.

Es cierto que la historia de Magneto engancha bastante, su pasado como judío en un campo de exterminio, su increíble poder sobre los metales, su carisma...

Mattew Vaughn nos sorprende situando la acción en mitad de la crisis de los misiles de los años 60, con esas escenas que parecen sacadas de los primeros films de James Bond, con esa despampanante mujer fatal de diamante, ese Kevin Bacon como doctor maligno jugando con su submarino envuelto en esa atmósfera psicodélica.

No sabría decir si es un acierto o un circo grotesco pero... ¡ole tus huevos Matthew!

La historia transcurre a base de apresurados saltos de un lado a otro queriendo contarnos demasiadas cosas en muy poco tiempo. Los diálogos se alternan entre frases hechas, algunas dignas del mismísimo Rambo y diálogos un poco más acertados, mientras McAvoy derrite al publico con su cara de niño bueno.

Los Mutantes nos sorprenden con interesantes poderes, algunos estrambóticos, como los de una libélula que lanza escupitajos al rojo vivo, y alguno menos original que otro, ya que rayos rojos y huracanes ya los hacían Cíclope y Tormenta.


El final es de los de traca y mascletá pero con algunos detalles que lo hacen mucho más llevadero que el de otros films del género.

En conclusión, una buena peli para ver este verano, que revitaliza la saga de Xmen, pero tampoco le pidáis peras al olmo que eso solo lo sabe hacer Cris Nolan.