Magnífica película sobre la vida de un eficiente espía del gobierno comunista en Berlín antes de la caída del muro, que termina por simpatizar y ayudar a la pareja a la cual vigila, sospechosos de ser subversivos al régimen. El merito de esta obra radica en realizar un autentico cuento intemporal, enmarcándolo en un escenario histórico, real como fue la Alemania antes de la reunificación.
El retrato de la vida cotidiana del protagonista miembro de la Stasi, el Ministerio para la seguridad del estado, nos recuerda terriblemente a películas de ciencia ficción como 1984 con su Ministerio de la verdad o Fahrenheit 451 donde el protagonista también enseñaba a sus alumnos como descubrir a los insurgentes. Gerd Wiesler es un ser gris, tanto en la vestimenta como su modo de vida, una fría maquina puesta al servicio de un gobierno totalitario y carente de toda personalidad individual, personalidad que se adivina mirando su triste apartamento y su triste forma de vida cuando no esta trabajando.
Poco a poco vemos como nuestro patético espía comienza a simpatizar y empatizar con la forma de vida romántica, apasionada y rebelde de su objetivo Georg Dreyman, un escritor teatral de gran éxito en Berlín oriental, quien pretende hacer un libro sobre el elevado índice de suicidios entre la población a causa del duro régimen comunista.
A pesar de tener un ritmo monótono, su larga duración y la poca credibilidad del malo de la historia, el ministro de cultura, exageradamente cruel y corrupto, La vida de los otros es un film que habla sobre sentimientos universales como el amor, la libertad y la bondad, con la metáfora del régimen comunista como telón de fondo, sin duda la brillante escena final subsana todas las carencias de esta obra imprescindible del cine europeo.