La primera parte me pareció interesante, no por la idea, desagradable y descerebrada a más no poder, sino por la manera de reflejarla y hacer que el espectador olvide la enorme incongruencia mental que está viendo y pase un "mal rato", que es de lo que se trata. No olvidemos que en un principio, el cine, las películas, son una manera de transmitir.

Lo que no me esperaba de esta segunda parte, es el giro que toma, totalmente sorprendente, y bueno, el trabajo del protagonista, lo catalogaría de soberbio, teniendo en cuenta el tipo de producto y más aún porque no llega a pronunciar ni una palabra.
Después de estos elogios (puntazo aparte de incluir a la protagonista de la primera parte), debo añadir que no es una cinta recomendable para personas "delicadas".

Cuando la estaba viendo, me acordaba de otras cintas, sobre todo del género de la comedia, definidas como "escatológicas". Después de esto, se debería inventar una escala escatológica, donde esta película tendía un 9 (siempre se puede superar lo que sea...).

Desagradable, sorprendente, alucinante, asquerosa.... en fin, "boca-culo".


Wolf.