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Voto de Chris Jiménez:
4
Comedia El fabuloso diamante La Pantera Rosa ha sido robado de la Cámara Acorazada de Joyas en Lugash. El inspector jefe Jacques Clouseau es asignado al caso por el explícito deseo del presidente Haleesh, lo que deja totalmente consternado al inspector jefe Dreyfus. (FILMAFFINITY)
11 de abril de 2021
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Vaya, en 19 años el magnífico diamante "La Pantera Rosa" ha sido robado por tercera vez ya. Así que, ¿cuál será la idea de los preocupados burócratas para recuperarlo?
Anda, qué original, volver a inmiscuir al torpe y calamitoso inspector Jacques Clouseau. Pues esta será realmente, amigos, la última vez que le veamos en acción...

A sus 55 años la salud mental y física de Peter Sellers estaba pasando por un momento muy crítico y de hecho no le quedaba mucho ya; el 24 de Julio de 1.980 es llevado al hospital de Middlesex tras sufrir otro ataque cardíaco más...entonces el mundo del cine se tiñe de negro color funeral, pues un gran actor dramático y cómico se ha ido para siempre. Se detienen proyectos y se crean otros un tanto extraños: aquél había escrito un guión para la siguiente entrega de la saga que más popular le había hecho, pero no pudo llevarse a cabo, y en su lugar un desconsolado al tiempo que aliviado Blake Edwards, recién salido de su furiosa "S.O.B.", tiene otros planes.
Porque resulta que Dudley Moore, que ya ha hecho "10" y "Arthur, el Soltero de Oro", rechaza la oferta de MGM de meterse en la gabardina de Clouseau para protagonizar el guión que Sellers escribió, y el director bien sabe que nadie más puede dar vida a este memorable personaje. Por eso se propone homenajear al hombre que más admiró y al que mayor número de quebraderos de cabeza dio (se podría llenar un libro con ello...); su intención es crear, al estilo de "Ciudadano Kane", una aventura sobre la desaparición de su protagonista y construirla a base de "flashbacks" y entrevistas.

Los muy honorables señores de MGM no dieron precisamente manga ancha a Edwards para esto, viendo reducidos los presupuestos para las demás películas que tenía bajo contrato. De todas formas puede acceder a las escenas nunca utilizadas de "La Pantera Rosa ataca de Nuevo" cuando los de la productora se negaron a dejar su montaje de más de tres horas de duración para su estreno comercial, y las usa indiscriminadamente para elaborar un puzzle argumental un tanto descabellado; se monta así la farsa de "Tras la Pista de la Pantera Rosa", que casi conmemora los veinte años del nacimiento de la saga, allá por los '60.
Y es que como todos saben la comedia sofisticada con retazos de intriga de guante blanco encabezada por David Niven viró 749º al entrometerse un hombrecillo propenso al desastre y sin tener absoluta idea de lo que sucedía a su alrededor. Sellers hizo de su inspector francés un icono del humor disparatado, y Edwards no desea sino homenajearle como es debido (por algo el film empieza rezando "A Peter, el único e inimitable inspector Clouseau"). Después de siete años sin saber nada de él, el diamante vuelve a ocupar la trama, pero esto es sólo una treta mal presentada para dejar al protagonista haciendo de las suyas en una serie de momentos hilarantes (el que se da dentro del avión, el mejor de lejos).

Las sobras de "...Ataca de Nuevo" y "La Venganza..." juegan a inventarse una nueva peripecia de Clouseau buscando el diamante, con los conocidos personajes secundarios sufriendo las consecuencias de tener que aguantarle. Nunca he sido amigo de las "películas-montaje", aunque, ¿qué otro objetivo tiene la que nos ocupa salvo recordar con cariño al genio de Sellers? No obstante todo toma un giro extraño, desagradable, cuando quiere acaparar el protagonismo, y no lo puede ni en broma, una relamida e irritante reportera llamada Marie, que sigue la pista de aquél cuando su avión parece estrellarse...
Esto ya es otra película. Del detective y del diamante nunca más se supo (al menos por ahora), y todo gira alrededor de esta mujer que, al igual que el hombre al que busca con ahínco, es víctima de amenazas y chantajes por parte de los bajos fondos (vuelve con este pretexto el gran Robert Loggia). Y en su hazaña toparemos con antiguos conocidos de Clouseau, al lado de la ley (Hercule, Cato) y al otro lado de la ley (Charles Litton, Langois), pero todo esto suena a torpe, zafio, repetitivo y, como bien se ha mencionado por ahí, el aprovechar estas entrevistas para realizar un ingenioso ejercicio de metacine no se hace.

Rematada con un último tramo que se debate entre lo algo gracioso y lo muy patético donde se escudriña el pasado del protagonista gracias a una deleznable figura paterna, el film se estrena sin mucha acogida de público ni de crítica (lo que es lógico, claro), y para colmo enfurece a la última esposa de Sellers, Lynne, quien demanda al estudio varios millones por ultrajar su memoria. Ésta gana y se queda con el dinero mientras a Edwards sólo le queda un poso de insatisfacción, a pesar de declarar "nunca trabajé tan a gusto con Peter".
Y se acabó, la vida de una de las mentes más inestables, de una de las personalidades más incomprensibles, pero también la vida de un hombre único (como su mítico álter-ego), refugiado en su talento natural para convertirse en cualquier personaje que deseara. Qué momentos tan grandiosos dio al cine durante las tres décadas que ejerció de actor y director.

[Levantando mi vaso de coca-cola al Cielo mientras termino la crítica] Hasta siempre, Peter, el único e inimitable inspector Clouseau.
Chris Jiménez
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