Conocida por todos los amantes del cine de terror japonés, la maldición que tendría como protagonistas a los espíritus vengadores de Kayako y Toshio, la que empezaría en el hogar de los Saeki, es decir, la auténtica, encuentra su semilla aquí, en esta primera versión lanzada para el mercado del vídeo...y no en el "remake", o revisión, que el mismo director haría unos años después.

Sí, aquí empezó todo, aunque afirmar eso tampoco sería lo correcto. Cuando contaba 26 años, y tras estudiar en la Escuela de Cine de Tokyo, donde tuvo la potra de haber sido enseñado por el gran Kiyoshi Kurosawa, Takashi Shimizu hizo dos cortometrajes muy baratos sólo conocidos por los más fans, en los que ya empezaba a fraguar el concepto de la maldición de Kayako, a la cual se entregaría en cuerpo y alma durante la mayor parte de su carrera profesional. Estos trabajos, realizados en un momento en que el "j-horror" estaba a punto de explotar en tierras niponas gracias a "The Ring", eran "Katasumi", donde ya salía Takako Fuji encarnando a Kayako, y "4444444444".
En ellos se nos presentaban historias cortas que luego serían desarrolladas para el largometraje que nos ocupa, con el primero introduciendo el personaje de Kanna y el segundo los de Tsuyoshi y Mizuho. Tuvieron su buena recepción en televisión y los de Toei Video propusieron a Shimizu alargar la historia en una película. Como iremos viendo en las demás entregas de la saga, nos serán narradas seis historias que encontrarán un orden lógico en poco tiempo: Shunsuke Kobayashi es el profesor de Toshio, quien, preocupado por su ausencia en clase, irá a investigar a la casa de sus padres, los Saeki.

La experiencia no será nada satisfactoria cuando Kayako aparezca y descargue sobre él la maldición, la cual también tendrá consecuencias para su esposa Manami, que está embarazada. Más tarde entrarán en escena los personajes de "4444444444" y "Katasumi", convirtiéndose de este modo en los Murakami, una familia que se instala en la casa y que irá padeciendo la maldición. Noriko y sus hijos Kanna y Tsuyoshi serán acechados por Kayako y Toshio, y también correrá mala suerte la novia de Tsuyoshi, Mizuho, que tras intentar dar con él en el instituto recibirá la llamada del 4444444444 (en el cortometraje esto le sucede al chico) y le pasará...bueno, lo que todos nos imaginamos.
El director contó con un poco más de presupuesto para "Ju-on" (tampoco tanto), y tardó en rodarla unos pocos días, al igual que su secuela, que vio la luz tan solo un mes después, en donde se hallan (como en las futuras entregas) seis historias conectadas por algún personaje y, ni que decir tiene, por la escalofriante maldición que planea sobre la casa de los Saeki. En esta producción "V-Cinema" es apreciable el dinero y los medios que tenía para hacer realidad su fábula, y pese a su falta de recursos, Shimizu demuestra que sabe manejarse en el terror, que no hace falta ser demasiado sangriento ni abusar de efectos especiales; basta con una atmósfera inquietante y perturbadora para erizar el vello.

Muchos afirmaron que "Ju-on" y su versión cinematográfica no pasaban de ser meras repeticiones...y en parte quizás tenían razón, pues ocurren los hechos en una estructura narrativa idéntica, pero los parecidos se limitan a eso, ya que ésta que nos ocupa es abordada por Shimizu desde una perspectiva diferente: conocemos los motivos que llevaron a Takeo a asesinar a su familia y, además, uno de los personajes (Kobayashi) tiene relación directa con Kayako, lo que sin duda revela un lado humano e íntimo de la mujer fantasma que nunca estuvo presente en las demás versiones. Aparte de eso, se ahonda más en el tema del drama y el maltrato familiar, un problema social cada vez más presente en Japón que influyó en el director para la base de la historia.
No se puede decir mucho del reparto, un tanto mediocre, la verdad, pero curiosas son las apariciones en un producto como este de célebres actores como Yoshihiro "Denden" Ogata, Yurei Yanagi (tan flemático como siempre), al que ya vimos en "The Ring", y Makoto Ashikawa, ambos antiguos colaboradores de Takeshi Kitano. La aterradora Takako Fuji vuelve ya para quedarse "ad infinitum" como Kayako, y dando vida a Toshio tenemos al notable Ryota Koyama, luego reemplazado por Yuya Ozeki; una jovencilla Chiaki Kuriyama, previa a su estrellato con "Battle Royale" y "Kill Bill", está correcta y poco más.

Simple en su desarrollo y trama y con dos elementos clave del cine de terror que el director explota bien: la casa encantada y el fantasma escondido, amén del personaje de la colegiala asustada, que no puede faltar en el "j-horror".
Así, con poco dinero y mucha imaginación, empezaría la maldición de la casa de Nerima que haría famoso a Shimizu...