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Voto de Chris Jiménez:
6
Comedia En el cabaret Argel hace su presentación la danzarina oriental conocida como Mata Hari pero un momento antes de su actuación escapa ayudada por su sirvienta Guillermina, con un contable, un hombre gris que le hará llevar una vida tranquila, que es lo que ella ha soñado. Guillermina aprovecha la circunstancia y suplanta la identidad de Mata Hari. Por otra parte, Von Faber, jefe de los servicios de contraespionaje del Kaiser, acude al ... [+]
1 de enero de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los aliados van a lanzar un contraataque al impasible enemigo alemán con un invento revolucionario con el que podrán ganar la guerra, llamado "tanque".
Nadie sabe qué es, pero los rumores circulan rápido. Es preciso hacerse con la información antes de que sea tarde, y para un trabajo así es preciso los servicios del mejor espía que existe.

¿Cuántos son los nombres de espías famosos que aún se mantienen en la mente colectiva?, porque si hacemos la prueba seguramente el de "Mata-hari" sea el primero que salga a la luz; natural de los Países Bajos, Margaretha Geertruida Zelle no nació espía, nació hija de un fabricante de sombreros hasta que las vueltas del destino la llevaron a Indonesia, donde se convirtió en bailarina exótica, talento que demostró más tarde en su vuelta a Europa, donde su fama y sensualidad la llevaron a relacionarse con altos mandos militares, para los que trabajaría como espía a la fuerza.
Su ajetreada vida se llevaría a las pantallas en varias ocasiones, aunque es el clásico de George Fitzmaurice, con la arrebatadora Greta Garbo encarnando a Zelle, la más famosa de las adaptaciones; en 1.964 Jeanne Moreau lo haría en " "Mata-hari", agente "H-21" " y poco después, en un momento en que el género de espías estaba en su máximo apogeo (en especial gracias a las peripecias de Bond), Gracita Morales lo cumpliría por encargo para Mariano Ozores, quien se aficionó a este cine de tal modo que hasta tres producciones realizaría ("Operación "Cabaretera" ", "Objetivo: "BI-KI-NI" " y ésta que nos ocupa).

Esta historia arranca en la 1.ª Guerra Mundial ubicando la acción en 1.915, poco después del estallido de la contienda y en territorio francés, donde ha sido inventado el primer prototipo del tanque entre que los británicos luchan en la Batalla de Neuve Chapelle y los alemanes se preparan para atacar desde el aire a las trincheras francesas con bombas de gas. Tras una larga sucesión de imágenes de archivo durante los créditos iniciales, Ozores introduce rápidamente y sin miramientos el humor, que se mantendrá durante toda la película.
De hecho será nada más aparecer su hermano Antonio, teñido de naranja y encarnado a un oficial escocés, enganchándose a las ruedas del tanque con su bufanda. De aquí nos vamos al cabaret donde la conocida bailarina y espía "Mata-hari" está decidida a abandonar el oficio (soberana patada se le pega a la Historia, pues en 1.915 Margaretha dejaría de ser bailarina para hacerse espía) y desaparecer junto a un humilde contable; será entonces cuando su criada, Guillermina, tome su identidad y asuma ser la verdadera agente secreto (aunque eso no hay alma que se lo crea) en presencia de los oficiales alemanes.

Para comprobar a qué nivel de absurdo puede llegar Ozores basta con presenciar esa imposible secuencia en la que una Morales ataviada con un traje de joyas, peluca y cinco toneladas de maquillaje intenta bailar de manera seductora ante el asombrado público; la trama empieza realmente cuando el torpe y sinvergüenza coronel Von Faber solicita los servicios de la criada convertida en su jefa para hacerse con los planes del invento de los aliados, y en todo este embrollo no puede faltar la presencia de más agentes secretos encubiertos y los mismos desarrolladores del tanque, el comodoro Willis y el teniente Vorochenko.
Todos ellos presentados como caricaturas con los que el director ridiculiza al ejército, los altos mandos y los estereotipos de las películas de espías, que encuentran aquí su reverso más descerebrado. El encuentro de Guillermina y Von Faber inicia la aventura, recorriendo diversos escenarios desde Berlín hasta territorio francés, pretexto para colocarles en un cúmulo de alocados "gags" donde se rinde tributo al "slapstick" de Chaplin, Laurel y Hardy, los hermanos Marx (con referencia literal) y al humor de Blake Edwards y Richard Lester, a través de una puesta en escena colorista y elaborada (teniendo en cuenta el poco presupuesto que se maneja), todo salpicado de la tradicional picaresca española.

Como en las intrigas "hitchcockianas", Guillermina y Von Faber deben disfrazarse, atravesar multitud de peligros y enfrentarse al enemigo, terminando por hacer uso de ese tanque que se lleva nombrando toda la película como si de un "macguffin" se tratase, cuyos resultados serán de lo más disparatados (aunque antes de esa hilarante secuencia cabe destacar la farsa que preparan los protagonistas al entrar como soldados en un prostíbulo o cuando todos los que han bailado con Guillermina en la fiesta entran a su habitación a darle los planes secretos, acercándose el film al clásico vodevil).
Morales vuelve a su habitual papel de criada para abandonarlo y meterse en la piel de una tremendamente improbable "Mata-hari", brindándonos momentos memorables como la danza inicial, que nadie esperaría verla interpretar; junto a ella un histriónico, chillón e irritante López Vázquez disfrazándose toda la película cual Peter Sellers (aunque de nada le sirve, ni su papel de vicioso caradura). Acompañando a la pareja tenemos a secundarios geniales como José Sacristán, Antonio Ozores, impagable de escocés, el cómico José Luis Coll, la preciosa Pilar Velázquez, Paloma Cela, Carmen de Lirio o María Isbert.

Divertida parodia de las grandes producciones de espías, y de la obra de Jean-Louis Richard en especial, con una trama tan absurda como el papel que desempeñan los protagonistas en su intriga, y que nos muestra a un Ozores experimental, ingenioso y mucho más arriesgado de lo que sería en décadas futuras.
Pese a un rodaje complicado, en gran parte causado por el carácter problemático y trastornado de Morales, "Operación "Mata-hari" " daría al director un nuevo éxito en la taquilla española; sin embargo, a partir de aquí, éste se separaría de su dúo fetiche para probar a otros actores e iniciar así una nueva etapa en su cine.
Chris Jiménez
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