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Voto de Chris Jiménez:
4
3,2
637
Animación En el mismo tono animación-industrial que Industrial Soundscape, pero en este caso con un poco más de acción, vemos a un insecto trepar una casa para luego terminar cayéndose. (FILMAFFINITY)
20 de noviembre de 2018
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un insecto se arrastra muy lentamente a través de un terreno desierto, quizá industrial, quizá post-apocalíptico.
Se dirige a una casa que parece albergar vida, pues vemos que sale humo de su chimenea...

Ese recorrido, prolongado durante casi tres minutos, no terminará de forma muy halagüeña; por encima, un dirigible planea en el cielo, tal vez observando y vigilando lo que se puede mover entre las ruinas de ese escenario desolador. Eso es lo que sucede en "Bug Crawls", uno de los muchos pequeños trabajos firmados por David Lynch. Tras finalizar en 2.006 la inmensa e inclasificable "Inland Empire" y antes de retomar la mítica "Twin Peaks" en 2.017, el sr. Lynch, uno de esos artistas que no pueden estarse quietos sin hacer nada, pues su imaginación está siempre en funcionamiento, se dedicó exclusivamente a hacer una serie de cortometrajes y vídeos experimentales filmados en HD.
Este que nos ocupa es uno de ellos, incluido en el DVD "Dynamic: 01". Como en otros de las mismas fechas ("Out Yonder", "Industrial Soundscape", "Absurda", "Steps"...), Lynch vuelve a apostar por la economía de medios y el uso de la animación, combinado con una banda sonora envolvente y perturbadora, transportándonos así a los tiempos de sus primeros trabajos (de "Alphabet" o "Six Men getting Sick"), de cuando experimentaba con la pintura en movimiento más que con el cine propiamente dicho, poniendo énfasis en las formas, los sonidos o las alegorías y significados ocultos.

Lynch tiene la virtud de atraparnos con cualquier cosa que haga, ya sea un corto de un minuto ("The 3 R's") o un film de tres horas, y eso lo consigue también con "Bug Crawls". Nos arrastra a un universo propio donde toda interpretación es posible, aunque, finalmente, sólo rinda cuentas a sí mismo; quizás el insecto sea lo único que queda de ese planeta devastado o aniquilado, un superviviente rodeado de soledad y destrucción que sólo desea hallar un lugar más cálido y acogedor.
Lo intenta, escala la casa. No sabe cómo entrar, por más que se toma su tiempo, e irremediablemente cae; se queda boca abajo, sufriendo, pataleando. La puerta de la casa se abre, hay luz, calor; efectivamente, allí podría estar mejor el insecto, pero eso ya es imposible. Sólo le queda lamentarse en silencio. El mundo es hostil, frío y brutal, y sin habilidades ni talento no se pueden lograr las cosas, por muchas buenas intenciones y sueños que se tengan, y por mucho que te guíe la intuición.

Eso encajaría con la filosofía de Lynch, un señor que ha trabajado muy duro y de forma constante luchando contra las adversidades (los seis años de producción de "Cabeza Borradora" o la pésima experiencia de "Dune") para llegar adonde está.
Aunque, como dije antes, "quizás". Quizá esté en lo cierto o no. ¿Quién sabe?, los trabajos de Lynch acogen toda suerte de significados. Sin ser especialmente brillantes, estos cortometrajes, al menos por su estética y composición, resultan muy interesantes para todo fan del director.
Chris Jiménez
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