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Voto de Chris Jiménez:
8
Fantástico. Aventuras. Drama El final ha llegado. Harry, Hermione y Ron tendrán que recuperar la espada de Gryffindor para encontrar y destruir los últimos horrocruxes. Mientras tanto, Lord Voldemort está a punto de apoderarse por completo de Hogwarts y de conseguir su objetivo: matar a Harry Potter. La única esperanza de Harry es encontrar los horrocruxes antes de que Voldemort lo encuentre a él. Buscando pistas, descubre una antigua y olvidada historia: la ... [+]
11 de marzo de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se ultiman las preparaciones para una contienda, la que decida el destino del mundo mágico y de todos los que moran en él.
En Hogwarts va a librarse, como se lleva librando desde hace una década...

Que las películas deberían haberse estrenado en dos partes desde por lo menos "El Cáliz..." es algo con lo que comulgo, debido a la extensión de los libros; nunca se llevó a cabo hasta la última parte, "Las Reliquias...", aun contrariando al productor Heyman. Pero era algo lógico, no sólo maniobra de marketing; la 1.ª entrega suple sus carencias de guión (que mutila, en la costumbre de Kloves, muchas subtramas y personajes y crea nuevos pasajes para acomodar los sucesos a los films previos) con un acercamiento a los protagonistas como nunca y una aventura que va más allá de los muros de Hogwarts.
Casi un año después llega la continuación, que prosigue la historia desde la muerte de un Dobby reaparecido tras ocho años (fatal elección, pero en fin...), con unos Harry, Hermione y Ron unidos en la búsqueda y destrucción de los horcruxes a la vez que se libran tensiones entre ellos. Un buen comienzo el que nos garantiza Yates con el trío infiltrándose en Gringotts, recordando el ataque al Ministerio de la anterior, empleando de nuevo el engaño (espléndida Helena B. Carter interpretando a su Bellatrix como Hermione) y desatando la acción entre interiores oscuros y agobiantes, para culminarlo con una salida espectacular a lomos de un dragón dejando claro los épicos tonos que se alcanzarán aquí.

También marca su desemejanza con la 1.ª parte, narrada cual "road movie" en escenarios abiertos, a partir de que los héroes reciban el legado de Doumbledore, y huyendo éstos sin descanso de sus perseguidores, un periplo que sin duda nos recuerda al de Frodo y Sam en "El Señor de los Anillos"; y aquí, como en el relato de Tolkien, se empiezan a fraguar los principios de una batalla colosal entre los magos de Hogwarts y los de Voldemort, sustituyendo el castillo a la torre de Sauron. Yates apunta a nuestras emociones al rescatar a los actores, adultos y jóvenes, que habían quedado relegados, incluso sin aparecer desde varias películas atrás.
También se recupera el espíritu de "La Orden...", con todos los alumnos y maestros unidos contra varios enemigos: el poder fascista y corrupto del Ministerio, la toma ilegal de su sagrado colegio y las fuerzas del Mal que representa Voldemort para seguir preservando la luz en su mundo mágico. Mientras el fan no puede para de contar los minutos que faltan para el tan esperado enfrentamiento (me cuento en esa lista), Kloves desvela poco a poco las intrigas referentes al pasado de Harry y su conexión (inesperada) con Voldemort además del papel esencial que toma Snape en todo ello.

Escudriñar en el pasado nos lleva a un momento que (si bien necesita de mucha profundización en pantalla) podría servir para un "spin-off" de la saga, y son las memorias del profesor y cómo la fatalidad del destino (Rowling es corrosiva en su determinismo) le llevó a apartarse de la futura madre de Harry y amor de su vida (eso sí, no perdono que aparezca una Lilly pequeña de ojos marrones...); los mazazos emocionales que logran el cineasta y sus actores acaban resultando muy efectivos, pues eso es lo que desea imprimir a esta última parte.
Sensaciones dramáticas en todo su sobreexceso sentimental y representación grandiosa de la épica, por ilógica que sea; ni que decir del gran despliegue de medios y efectos que se prolongan nada menos que una hora y media, sin pausa, sin dar un respiro al espectador entre explosiones por doquier, frenesí arrollador y cámaras imparables, salvo por ciertos instantes trágicos y el pasaje-"flashback" antes mencionado (que, además de ese momento junto a Harry y Doumbledore, plenamente onírico, abren el film, de tan escabrosos y ásperos tonos, hacia registros sensibles de gran peso psicológico y conmovedores en su factura).

Poco hay para cuestionar ya a unos jóvenes que llevaban inmersos tantos años en sus álter-egos; no sólo Radcliffe, Grint y Watson alcanzan la madurez interpretativa por la que tan a pulso estuvieron luchando, también esos Tom Felton, Bonnie Wright (a pesar de que Ginny es defenestrada en los films), James y Oliver Phelps, Evanna Lynch, Devon Murray o un Matthew Lewis cuyo Neville nos honra con un heróico discurso para hacer clamar a las masas, además de sobresalir los siempre maravillosos Fiennes, Smith, Gambon, B. Carter, Coltrane, Oldman, Geraldine Somerville y sobre todo Rickman, quien lleva casi todo el peso dramático de la historia sobre sus hombros (una familia de grandes actores, desde luego).
Esta 2.ª parte, y con muchos fanáticos quejándose de las partes omitidas y cambiadas y personajes olvidados de la novela (eso es cierto...¿qué pasó con Remus y Tonks?, ¿o George?), causó una histeria aún mayor que su antecesora, convirtiéndose, y es algo que sigue muy fresco en mi memoria, en el gran acontecimiento de aquel verano de 2.011, vivido con alegría pero también con tristeza pues hasta aquí llegaron las peripecias de nuestro querido trío de magos y sus amigos. No voy a esconder la emoción que me produjo, claro; yo asistí en Noviembre de 2.001 al estreno de "La Piedra Filosofal", con 8 años...y una década más tarde estaba en el mismo cine preparado para el final...

Así fue como oficialmente acabó nuestra infancia, dando el tan necesario paso a la madurez, al mismo tiempo que nuestros héroes. Sin embargo, aun con el transcurso del tiempo, siempre podremos seguir regresando a ese andén 9¾ y volver a tomar el expreso a Hogwarts, que como dijo Rowling "seguirá eternamente teniendo sus puertas abiertas para nosotros".
La próxima vez que lo hagamos quizás sea con nuestros hijos, para reencontrarnos en ese universo tan fascinante al que un día nos dejamos arrastrar, por eso que no se halla en el mundo real y que llamamos MAGIA...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Chris Jiménez
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