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Voto de Chris Jiménez:
8
Western Wyatt Earp, el sheriff de Dodge City, se encuentra de nuevo con John "Doc" Holliday, un jugador borracho y tuberculoso a quien salvó la vida en una ocasión. Juntos tendrán que enfrentarse a la banda de los Clanton, una poderosa familia que tiene atemorizado a todo el pueblo. (FILMAFFINITY)
16 de enero de 2020
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Wyatt Earp, un hombre de leyes recto, implacable y defensor de la justicia y el honor. John Holliday, un jugador empedernido, amante del dinero, el alcohol y el peligro.
Dos individuos opuestos unidos por lazos más fuertes que los de cualquier amistad e implicados en uno de los enfrentamientos más memorables del salvaje Oeste: el Tiroteo en el O.K. Corral.

Alrededor de las 3 de la tarde, el 26 de Octubre de 1.881, los pistoleros Isaac y Bill Clanton, Frank y Tom McLaury, Bill Clayborne y Wes Fuller salieron al encuentro de John Hollyday y Virgil, Morgan y Wyatt Earp en el O.K. Corral, situado en el poblado de Tombstone; en 30 segundos se produjeron más de treinta disparos, con un resultado de tres muertos, tres heridos y dos huidos. Hecho inolvidable precedido a la vez que seguido de otras rencillas y enfrentamientos que ha ocupado un lugar importante en la Historia de EE.UU. y, por supuesto, en el universo de la ficción, siendo representado numerosas veces en la literatura y en el cine.
Edward L. Cahn sería el primero en trasladarlo a la gran pantalla en 1.932 con "Un Hombre de Paz", y a pesar de que otras versiones se sucedieron (respetando más o menos la veracidad de los acontecimientos) ninguna logró alcanzar la fama de "La Pasión de los Fuertes", obra imprescindible de John Ford y de las más poéticas y evocadoras de su cine, quien no obstante se centraría más en la psicología y profundidad de los personajes que en el duelo en sí. 11 años después, y sirviéndose del guión firmado por el autor Leon M. Uris, sería John Sturges el encargado de volver a resucitar a las míticas figuras de Earp y Hollyday.

La trama (cantada por Frankie Laine en el tema principal del film), la cual se dividide en tres actos que seguirá el viaje de los dos protagonistas desde su encuentro hasta Tombstone, se inicia en Fort Griffin, Texas, donde llega un pistolero llamado Bailey decidido a vengar el asesinato de su hermano a manos de Hollyday, dentista retirado cuya existencia se ve abocada al desastre por su malsana obsesión con el alcohol y el juego mientras la tuberculosis que años más tarde acabará con su vida empieza a hacer mella en él.
Será en esta ciudad donde se encuentre con Wyatt Earp, sheriff de Dodge City, que acaba salvándole de un linchamiento público por matar a Bailey. Este primer acto de unos 20 minutos establecerá el tono de la película hasta el final, mostrándose como una inteligente combinación de drama, intriga y acción, y las características de Wyatt y John, hombres solitarios situados a opuestos lados de la ley que por el devenir de las circunstancias comienzan una amistad basada ante todo en la deuda, el compromiso, el respeto y el honor; una amistad de caballeros inquebrantable por muy distintas que sean sus motivaciones personales.

(CONTINÚA LA CRÍTICA EN ZONA SPOILER)

Para los papeles principales, Sturges tuvo la suerte de contar con dos auténticos titanes de la industria en la cumbre de sus carreras como fueron Burt Lancaster y Kirk Douglas (cuyo personaje roba el protagonismo a Wyatt desde el principio hasta el final), grandes amigos en la realidad, consiguiendo así una química en pantalla que salta a la vista; les siguen un desfile de secundarios de lujo como Jo Van Fleet, John Ireland, Ted DeCorsia, Earl Holliman y dos jovencísimos con prometedores futuros por delante: Lee Van Cleef y Dennis Hopper.
La preciosa Rhonda Fleming añade el contrapunto melodramático y romántico pero su paso por la historia está de más. Una historia épica llena de emoción donde se plantean reflexiones acerca del coraje, la justicia, la autodestrucción, la redención, la amistad entre hombres y el sometimiento de la mujer (algunas escenas resultarán muy políticamente incorrectas hoy día...), rematado esto con unas tomas bellísmas del paisaje americano y un enfrentamiento final que se inscribe entre los más emblemáticos de la Historia del "western". Contrariado por la visión del productor Hal B. Wallis, Sturges revisitaría una década después el duelo del O.K..

Y lo haría desde una perspectiva más cruda, desmitificadora y, sobre todo, acorde con los hechos reales, en "La Hora de las Pistolas", donde unos sensacionales James Garner y Jason Robards darían vida a Earp y Holliday.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Chris Jiménez
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