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Voto de Chris Jiménez:
7
Acción Casey Ryback, exmiembro de la marina americana, trabaja como cocinero a bordo del USS Missouri. La tripulación organiza una fiesta para celebrar el cumpleaños del capitán Adams: han contratado a la banda de música de William Strannix y a una chica playboy que deberá salir por sorpresa de la tarta. Lo que Adams ignora es que se trata de una sorpresa mortal. (FILMAFFINITY)
10 de mayo de 2017
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Duelo en el Pacífico a bordo de uno de los acorazados de la marina más legendarios de la Historia que no nos podemos perder: un implacable cocinero de extraordinarias habilidades de combate y un desquiciado ex-agente de la C.I.A. en posesión de varios misiles nucleares.
¿Quién ganará?

Entre las muchas cintas que llenan la estantería del salón, en ese preciado hueco destinado a las películas de acción de antaño, reposa "Alerta Máxima", que de cuando en cuando se desempolva para volver a disfrutar tanto de lo bueno como de lo malo que pueda ofrecer. Perteneciente al mejor momento para el género en que la violencia gratuita, la ilógica palomitera, el despliegue hollywoodiense y los héroes de acero aún se disfrutaban como placeres culpables, llegó este mastodonte que reunió al bueno de Andrew Davis con Tommy Lee Jones, tras la intensa "The Package", y Steven Seagal, a quien lanzó al estrellato cuatro años antes.
Un guión que se reescribe debido a su propuesta excesiva y carísima, idea de Jonathan Lawton, interesado en el anuncio de retirada definitivo del USS Missouri BB-63 después de casi medio siglo de vida; primero convencen a Seagal, que ya se ha convertido en una de las personas más repudiadas de EE.UU. debido a sus denuncias por acoso sexual y su presentación del mayor desastre de la Historia de "Saturday Night Live", y luego al director (confesando que deseaba trabajar de nuevo con Jones, no con el arrogante nativo de Michigan). Pues ahí tenemos al acorazado, en toda su gloria, en alta mar, preparado para jubilarse.

Davis filma desde el aire, desde dentro, desde la cubierta, cubre todas las dimensiones de este atractivo escenario que será presa de la tragedia...pero no hay que engañarse, no volveremos a ver al Missouri, pues ya había sido cesado; en su lugar se utiliza el USS Alabama. Seagal, ejerciendo de productor y retocando el guión a su gusto, hace su entrada sin la coleta que le ha distinguido desde el principio (sería una tontería tratándose de un miembro de la marina), y resulta una incógnita al interpretar a un cocinero (huele a trampa a un millón de kilómetros eso) que cae bastante simpático, después de cuatro roles de áspero policía.
Gary Busey no necesita presentación porque es Gary Busey en su papel de Gary Busey; sí mejora el film con el aterrizaje en cubierta de una banda de música liderada por L. Jones, descarado, extravagante y genial, y junto a él la ardiente ex-playmate (haciendo de ella misma) Erika Eleniak, y la fiesta ya no puede animarse más. Uno desconfiaría al saber que Lawton fue responsable de escribir "Pretty Woman" y realizar "Las Mujeres Caníbales de la Selva del Aguacate", nada menos, pero aquí plantea una intriga sólida, y Davis le da las abultadas dimensiones que requiere.

En menos que canta un gallo el barco pasa a ser un "Delta Force" en el océano y base de "techno-thriller" al estilo Tom Clancy, con el delicioso pedigrí terrorista y catastrofista que redondea Jones como el supervillano loco Strannix, o tal vez una revisión moderna de "El Enigma se llama Juggernaut" siguiendo el patrón de "Jungla de Cristal" al revelarse ese cocinero todo un experto en artes marciales y tácticas militares de combate. Es la primera vez que el actor encarna a un tipo de identidad sospechosa y pasado misterioso, la pérdida total para sus oponentes, quienes le subestiman al no saber nada de él, un papel del cual ya jamás se desprendería (ni en la ficción ni en la vida real, oigan...).
Davis, como habrían hecho McTiernan, Scott, Noyce y demás contemporáneos expertos del género, orquesta la escalada de violencia y la destrucción material de forma dosificada, sin recurrir al desvarío caótico de Woo ni desaprovechar el suspense, y con más muestras de inteligencia de las que el público había visto en los trabajos previos de Seagal, si bien los toques de humor permanecen (al fin y al cabo esto no es un drama), y todos dados por el personaje que mayor atención acapara y paradójicamente muy innecesario (no sólo en este film, sino en la Historia del cine).

No es Busey, porque uno se ríe con él, no de él, se trata de la srta. Eleniak, mi Shauni de "Los Vigilantes de la Playa", quien, tras un momento estelar de desnudo que a todos se les quedaría grabado para siempre en el cerebro, pretende pasar de chica-florero sexy y asustada a protagonista de la acción así por las buenas, dándose estupideces e incongruencias típicas de las producciones de coña de los '80 (la escena del villano siendo acribillado por casualidad y por la espalda para salvar al héroe le hace a uno clavarse las uñas en los ojos de vergüenza ajena).
Intentando pasar por alto tan tremendo error del guión, el mayor atractivo de "Alerta Máxima", aparte del nombrado escenario, testigo de explosiones, carreras y peleas cuerpo a cuerpo con desmembramientos varios, reside en la batalla de ingenio y posesión del terreno disputada entre Ryback y Strannix, clásico juego del gato y el ratón bien estructurado por Lawton donde, por raro que parezca, no es el héroe quien goza aquí de verdadera atención, pues el carisma de L. Jones, lo que ha sido la baza de su longeva carrera (al contrario que el encasillamiento en el cual quedó Seagal atrapado), le da para crear un antagonista repulsivo a la par que complejo y extrañamente simpático.

Lo que un servidor no esperaba era verle desquiciado en el último tramo y terminando por enzarzarse en una brutal pelea a cuchillos, perdiendo así credibilidad y terminando por volverse una patética parodia de sí mismo.
No importa el final de la aventura porque la conocemos de sobras, sino los estallidos de acción y sangre y la atmósfera de tensión que la conducen, y Davis maneja estos factores con blindada destreza. Ello hizo del film uno de los grandes éxitos de la temporada, y el trampolín de aquél para ser llamado a dirigir su siguiente obra, la cumbre de su filmografía...
Chris Jiménez
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