Los creadores de este frenético despropósito tenían en la mollera romper los moldes de la industria del anime cuando crearon "FLCL", porque la pregunta "¿qué coj***s estoy viendo?" o "¿qué c**o está pasando aquí?" es muy frecuente a medida que empiezan y terminan sus seis capítulos, donde vemos la ajetreada vida de Naota, un joven que es asaltado por una supuesta chica (que está como una p**a cabra) proveniente de otro planeta y que su encuentro le sirve para que de la cabeza le salgan multitud de cosas extrañas para así poder combatir a robots aún más raros. ¿El fundamento de esto?...
buuuffff...pues ahí se queda.

Si, de hecho, lo único que tiene de normal este anime son sus primeros tres minutos y medio, después lo que vemos es un torbellino de situaciones inverosímiles y difíciles de interpretar...si es que se pueden interpretar. Parece que los problemas de la adolescencia, la hipocresía, la crítica a la cohibida sociedad japonesa (por eso la instalación de Mecánica Médica es una plancha la cual "sirve para alisar las arrugas de nuestros cerebros") o al Gobierno pueden ser algunos de los matices que muy sutilmente se dejan ver en la historia, pero, claro, que resultan imposibles de adivinar con la salvaje combinación de ciencia-ficción y absurda comedia que se muestra constantemente.
A lo mejor esa simbología sea cierta...o a lo mejor los creadores pensaron simplemente en hacer algo distinto, sólo para impactar y resultar fresco y original, que no sería la primera vez que sucede.

En todo caso, "FLCL" es un interesante y grotesco producto a descubrir, sin mencionar que tiene una banda sonora genial, quedando como uno de los animes más originales que se han hecho, si bien el más original, no apto para todos los públicos porque no es anime al uso, sino un ingenioso experimento como pocos.