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Voto de Chris Jiménez:
6
Thriller. Intriga. Drama Gene Watson (Johnny Depp), un contable viudo, y su hija de seis años son secuestrados en la estación de tren de Los Angeles por unos impostores que se hacen pasar por policías. Sus secuestradores entregan a Watson un arma y le ordenan que cometa un asesinato en un plazo de noventa minutos, si quiere recuperar a su hija con vida. (FILMAFFINITY)
4 de julio de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un padre, ¿héroe quizás? Ni mucho menos, una víctima de los infortunios, envuelta en una aventura de suspense imposible, que ni a usted ni a mí va a sucedernos jamás, pero estos tipos parece que lo llevasen escrito en la cara.
Miren la de Johnny Depp: ¡en la frente y con letras grandes!

De todos modos cuesta encajarle en dicha producción, escrita por el polifacético y extremo director independiente Patrick Duncan por mera cuestión monetaria y encargada por Paramount a un John Badham que al año anterior les había dado con "Salto al Peligro" un éxito moderado de taquilla (si bien no el bombazo que todos esperaban...); para el de Kentucky era el momento de seguir desafiando sus habilidades lejos de la etiqueta de "actor fetiche de Tim Burton" que le habían colocado. Su trabajo con él en "Ed Wood", "Donnie Brasco" o "Dead Man" evidenció su deseo de esquivar el éxito por el éxito y simplemente probarse a cada momento.
Pero pareciera "A la Hora Señalada" uno de esos productos basados en la creencia de la productora de poder arrasar sólo gracias a la estrella emergente de turno. Nada más lejos de la realidad. Depp aparece encarnando a un padre, algo extraño, y la historia que protagoniza tiene un aire descarnado, mostrado en la mirada amarga de su hija al observar desde el tren a unos vagabundos machacándose a golpes, nada más llegar a Los Angeles. Dos seres de pura maldad como Chris Walken y Roma Maffia (él terrorífico, ella insoportable hasta el vómito) terminan de subrayar este escenario acorralador de atmósfera agobiante.

La gran curiosidad del film es su minuciosidad para desarrollarse en el tiempo real en que transcurre la trama, por lo tanto no hay prólogos innecesarios. El tiempo urge para esa pareja con aspecto de ex-agentes gubernamentales metidos a mercenarios, y así el pobre papá, de quien no sabremos más de lo imprescindible (un contable viudo), se convierte en protagonista de una conspiración al estilo de las clásicas aventuras de inocentes perseguidos que tan de moda puso Hitchcock; protagonista, pero no héroe, pues, como en aquéllas, el sr. Watson es otro hombre ordinario atrapado por elementos peligrosos que escapan a su entendimiento.
Depp, además de por poder trabajar con Badham y Walken, a quienes admiraba, confesó aceptar el papel por el reto de dar vida y credibilidad a un cualquiera que, a causa de fuerza mayor, debe enfrentarse a dichos elementos. El director, quien también entendió que no estaba hecho para los típicos héroes, sino los personajes "de carácter", juega en efecto al Hitchcock de "39 Escalones", "El Hombre que sabía Demasiado" o "Con la Muerte en los Talones", situando al tipo corriente en el epicentro de un espacio enrarecido y con la amenaza constante pegada a su nuca, aquí personificada por ese repugnante Walken que demuestra una vez más por qué fue uno de los mejores villanos del cine.

El tributo de Badham a su compatriota y mentor también se filtra por un ejercicio de estilo y brío visual más cerca de DePalma o un Andrew Davis, mientras el tema de la intriga paranoica política tiene ese olor a los clásicos "thrillers" de Frankenheimer o Pakula. En unos años '70 quizás funcionaría mejor la trama de una gobernadora demócrata a la que se debe asesinar (por el motivo que sea, porque no se nos dice casi nada), pero no parece fuera de orden en esos descontentos EE.UU. que han pasado una recesión y están encarando como pueden la torpe administración del hacía poco elegido William Clinton.
Todo esto podría obtener mucha más importancia y una mirada crítica y social más feroz, pero Paramount sólo desea un éxito de taquilla y el director se presta a ello como siempre: con eficacia, pulso y diligencia. De esta forma el guión esquiva temas dramáticos y espinosos para saltar directamente a la acción y suspense de puro artificio palomitero, no poco ingenioso; el problema es que mediante avanza el calvario de Watson la credibilidad de la historia se va resquebrajando sin solución, partiendo de una idea que ya es toda una incongruencia (porque...¿para qué se complicaría el servicio secreto chantajeando a un civil si se puede resolver entre profesionales?
¡Si en la misma película se dice además que lo lógico habría sido usar un francotirador!).

Y el suspense, pese a la veteranía del nativo de Bedfordshire en el cine de acción y su destreza para generar continua tensión en el escenario real del Hotel Bonaventure, se diluye por culpa de lo reiterativo de las situaciones (las pesadas amenazas de Walken a Depp, la manía de su personaje de ir a un lado y a otro sin hacer nada) y sobre todo por esa inverosimilitud que no deja de hincharse cuando Watson busca a gente que le ayude. Esta técnica "hitchcockiana", en "39 Escalones" o "Sabotaje", producía en la trama cierta sensación de humor surrealista, que encajaba con la aventura descerebrada de los personajes.
"A la Hora Señalada" juega en una liga muy seria, o al menos eso se cree...pero por desgracia se vuelve igual de descerebrada al empezar a formar parte de este embrollo una secretaria asustada o un pobre limpiador de zapatos cojo y medio sordo (para más inri...), y quien, por lo visto, podría haberse convertido en el héroe del film, derivando éste en uno de los clímax más ridículos que servidor haya contemplado en el "thriller" norteamericano. Demasiadas casualidades, demasiadas ayudas desinteresadas recibe Watson de gente que correría en sentido contrario de suceder esto de verdad.

...Y demasiadas locuras en su último acto donde, y pese a la imagen que nos habían estado dando, la pareja de Walken/Maffia (cuya cara chafaría contra el asfalto y sin remordimientos) no son tan peligrosos.
Ni que decir tiene que el esfuerzo fue un fracaso, así que es cierto afirmar que Depp no persigue el éxito por el éxito, pero se arriesgó y logró una de sus más interesantes actuaciones. Para Badham este sería su penúltimo film antes de retirarse del cine; el brillo se le estaba apagando al hombre...
Chris Jiménez
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