"Yo estoy al mando de esta clase. Soy el guerrero jefe, soy el dios despiadado de cualquier cosa que se mueva en mi universo. ¡Jodedme y sufriréis mi cólera!". Y, demonios, debéis creerlo porque es cierto.
Este profesor de historia no es como los demás; le romperá el dedo a cualquiera si habla mal en clase, pero sin duda intentará guiar por el buen camino a sus alumnos, porque lo único que quiere es una juventud decente. Se llama James Smith, y está dispuesto a enseñar.

Comenzando como la típica película de acción de Steven Seagal, y de hecho con un prólogo muy similar al de "Decisión Crítica", estrenada en cines por aquellas mismas fechas, se conforma este "thriller" del director Robert Mandel, responsable de la también desarrollada en las aulas "Colegio Privado" y de la increíble "F/X: Efectos Mortales", que dirigiera diez años antes, y producido bajo el sello de la desaparecida Orion Pictures, del cual debo reconocer, por muy increíble que resulte su propuesta, que me ha acabado gustando de verdad. Podría decir que "El Sustituto" es uno de esos placeres prohibidos.
La trama sigue a un grupo de mercenarios comandado por el duro Jonathan Shale, uno de tantos tipos que están destinados a convertirse en héroes al final, que, sin comerlo ni beberlo, acaba metido entre las paredes del conflictivo y peligroso instituto Columbus, en Miami, para echar el guante al responsable que le rompió la pierna a su novia y de paso descubrir algunos sucios tejemanejes que se dan por el lugar. Para un profesor de verdad sería complicado enfrentarse a la juventud corrupta que pulula por allí, pero para un ex-soldado de Vietnam no va a ser problema alguno, y usará los métodos necesarios para conseguirlo.

De entrada, desde que vemos el ambiente de campo de batalla que reina en el instituto, todo lleno de alambradas y contando hasta con detectores de metales en la entrada (esto parecen los '80), se nos presenta como una exageración de la situación que muchos centros norteamericanos viven en la realidad, aunque eso no quiere decir que cosas como las que se dan aquí no sucedan realmente. Ya hemos visto en EE.UU. esas masacres provocadas por alumnos que van y entran con una metralleta y se cargan a todo dios...
Aquí se expone la alternativa más directa a eso. James Smith no va enseñar a sus pupilos con bailecitos ridículos como hacía Whoopi Goldberg en "Sister Act 2", ni por allá pasó; lo que va a hacer es aplicar la mano dura que James Belushi tenía en "El Rector" y unas reglas marciales con una mala leche que ni la de Clint Eastwood en "El Sargento de Hierro"...¿qué hace apología de la violencia?, pues cojonudo. Lo dice alguien que una vez vio cómo un compañero de clase insultaba al maestro, le escupía en la cara y salía pegando un portazo. Qué coño, si hubiera más profesores hoy en día como el que interpreta Berenger la situación de los jóvenes no iría tan mal como va.

Mandel demuestra, como hiciera en "F/X", que se le dan bien los "thrillers" de acción, combinando aquí una trama de mercenarios, polis y traficantes, digna de una de esas películas de Schwarzenegger, con esos films de profesores que se enfrentan a sus problemáticos alumnos y que llevamos viendo desde "Rebelión en las Aulas", guardando varios puntos en común con "Mentes Peligrosas". La mezcla puede resultar algo increíble, y joder que si lo es. "El Sustituto" podría haber encajado perfectamente, y como he dicho, a mitad de los '80, cuando se estrenaban cosas como "Commando" o "Cobra", esas pelis de acción de sentimiento reaccionario y disparatadas a más no poder que te hacían pasar un rato la mar de entretenido, sin preocuparse lo más mínimo de su descabellado guión. Esta va por esos derroteros.
Tom Berenger vuelve a ponerse en plan duro demostrando que es el mejor, pasando por encima tanto de latinos traficantes como de alumnos negros que se hacen los chulos sólo para hacerle la pascua; en el otro extremo le planta cara un Ernie Hudson haciendo de hijo de perra sin compasión, y es raro verle de villano, porque uno le tiene cariño al personaje de Winston que hizo en "Los Cazafantasmas". Los secundan ese Marc Anthony al que dan ganas de freírle la cara a ostias, una Diane Venora demasiado sobreactuada y un William Forsythe que sigue en su línea, haciendo de chiflado, que se le da muy bien.

La acción más desenfadada y violenta, gotas de drama y crítica social y un humor americano 100% se dan de la mano en este film lleno de clichés pero con un encanto especial que no será una joya de los '90, pero sí una clara muestra de cine de puro entretenimiento, donde podemos disfrutar de buenísimos momentos como la pelea en la biblioteca, la muestra de poder que da Smith en su segundo día de clase o el duelo entre éste y Rolle en ese espectacular final, sirviendo el instituto de escenario de guerra, tiros y explosiones incluidos, como si fuese el mismísimo Nakatomi de "Jungla de Cristal".