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Voto de Chris Jiménez:
9
7,0
1.466
Serie de TV. Animación. Acción. Aventuras. Comedia
Serie de TV (2008). 51 episodios. En el Mundo de los Muertos, los altos cargos portan armas llamadas "Guadañas Mortales". Éstas se consiguen cuando el alma de una Guadaña (creada por un Técnico especialista) consigue comerse 99 almas humanas y 1 alma de bruja. Pero la vida no siempre es fácil, ni para Técnicos ni para Guadañas, y puede costar trabajo llegar a ser una "Guadaña Mortal". (FILMAFFINITY)
27 de mayo de 2019
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jóvenes que se pueden convertir en armas mágicas, malvadas brujas, un shinigami, un samurái, fantasmas, criaturas indescriptibles de otro tiempo, misteriosos artefactos, un demonio...
Preparaos para visitar un increíble universo donde todo es posible.
Adorada por muchos, ignorada por otros, a "Soul Eater" siempre le tendré un cariño especial; (re)iniciado en el mundo del anime, esta serie, dejando a un lado las de la infancia ("Digimon", "Pokémon", "Dragon Ball"...), fue una de las primeras que descubrí, causándome un impacto y goce que pocas lograron después. Una escuela llamada Shibusen donde sus alumnos (que pueden vestir como quieran) se dividen en dos grupos, "empleados" y "armas", ambos compenetrados espiritualmente gracias a la "resonancia de almas", técnica especial que permite unirles para combatir a las criaturas maléficas que se han desviado del camino del Bien.
Dicha premisa tiene su origen en la obra homónima del autor Atsushi Ohkubo, que concibió influenciado por el estilo de Tim Burton y J.K. Rowling (obsérvese las similitudes con "Harry Potter"), cuya publicación se daría desde 2.004 a 2.013, con lo que su adaptación comenzó mientras continuaba realizándose, y como en otras ocasiones cada uno seguiría su camino, dando lugar al descontento por parte de los fans del manga. Takuya Igarashi, especialista en aventura y fantasía animada (director de "Zatch Bell" o "Ashita no Nadja"), sería el encargado de adaptar el trabajo de Ohkubo.
La serie, dividida (no oficialmente) en cinco arcos, empieza presentando con detalle a los siete protagonistas (la eficiente Maka y su despreocupado compañero Soul; el arrogante y desquiciante Black Star y la tímida Tsubaki; el maniático Kid y las hermanas Liz y Patty, tan diferentes entre sí), sus habilidades, problemas personales, obsesiones, ambiciones y pasado, en los que iremos profundizando mediante avance la trama, y su relación con los demás habitantes de Death City, una inmensa lista de impagables personajes "freaks" donde destacarían Spirit, el mujeriego padre de Maka, el sádico profesor Stein y el Shinigami (mi favorito), dios de la Muerte y jefe del Shibusen cuya alma está eternamente unida a la ciudad.
Desde el inicio encontraremos humor absurdo, extrema violencia y toneladas de acción que se combinan en un espectáculo trepidante, llevado con fluidez por Igarashi; en los primeros episodios predomina un ritmo veloz y una comedia que a veces llega al "ecchi", además de una marcada tendencia por ridiculizar figuras históricas y legendarias (Al Capone, Excalibur, Jack "el Destripador", Anubis, Toshiro Mifune...). Aun con estas desviaciones, la trama tomará una dirección más oscura y dramática a raíz de la aparición de la malvada y repulsiva Medusa y su hija Crona, especialmente cuando se nos desvele su desgarradora relación y el trágico pasado de Tsubaki (adentrándose la serie en terrenos espinosos como el maltrato y el odio filial).
Pero la auténtica aventura e intriga, que se extenderá al terror, comienzan con el despertar y liberación de Ashura (el Demonio), antagonista de la historia de simbólica existencia (pues encarna la locura y el miedo que alberga todo ser humano en su alma) y negativo del Shinigami (Dios), con quien mantiene una significativa conexión espiritual (en un momento durante su combate final aparecerán reflejados como el ying y el yang). Lejos de apostar por relaciones amorosas típicas del "shonen", los giros argumentales de "Soul Eater" se suceden de manera vertiginosa (el regreso de Medusa, la locura en aumento de Stein, el conflicto de Soul con la sangre negra de su interior...) al tiempo que llegan nuevos aliados y villanos.
Esto preparará el escenario para una épica batalla entre el Shibusen y la bruja Arachne, dispuesta a expandir el maléfico poder de Ashura gracias al Brew, el último artefacto demoníaco; mientras, el poder de los protagonistas evolucionará (así como su relación con Crona), tanto emocional como psicológicamente, hasta ser capaces de unir sus almas contra enemigos superiores (siendo la pelea contra Mosquito el mejor ejemplo). Pero el camino tomado por el anime desligándose del manga no es el más adecuado, donde se obvian innumerables personajes e importantes hechos (la muerte del Shinigami o la proclamación de Soul como "Death Scythe"), condensando así la trama en exceso.
Además se proponen algunas tontas vueltas de tuerca que van más allá del sinsentido (impagable la lucha "cuerpo a cuerpo" entre la fortaleza de Arachne y Death City...¡convertidos en mechas!) y un precipitado final con Maka y Ashura enfrentados que no fue del agrado de nadie (detallado en Zona Spoiler). Aun con estos grandes fallos, la serie no defrauda en cuanto a diversión, denso drama, emoción desenfrenada y deliciosa y gamberra locura, sin olvidar su atractivo universo y mitología y por supuesto la interesante idea de indagar en el espíritu y su esencia (interpenetraremos en la psique y el alma de los protagonistas), siendo representados como armas de gran poder en la lucha contra el Mal.
Aparte del grotesco y vulgar diseño, muy en la línea de "One Piece", que ofrece irreverentes personificaciones (los astros, los objetos, los animales), es inevitable no recordar la buena labor de los seiyus y la sensacional banda sonora (destacando sus temas "Resonance" y "Bakuso yume Uta", primer "opening" y tercer "ending"); el gusto por lo musical trascenderá de hecho a curiosas referencias (sirviendo los nombres de muchos personajes como tributo a artistas y bandas). Sí, la profundización, sorpresas e incertidumbre que alberga la obra de Ohkubo no se alcanzan ni por asomo en la serie...
Sin embargo ésta posee sus propias virtudes y cualidades como para ser considerada al margen del manga.
Un siniestro, salvaje y alocado cuento gótico de imaginación desbordante que se hace obligatorio visionar cada cierto tiempo.
Preparaos para visitar un increíble universo donde todo es posible.
Adorada por muchos, ignorada por otros, a "Soul Eater" siempre le tendré un cariño especial; (re)iniciado en el mundo del anime, esta serie, dejando a un lado las de la infancia ("Digimon", "Pokémon", "Dragon Ball"...), fue una de las primeras que descubrí, causándome un impacto y goce que pocas lograron después. Una escuela llamada Shibusen donde sus alumnos (que pueden vestir como quieran) se dividen en dos grupos, "empleados" y "armas", ambos compenetrados espiritualmente gracias a la "resonancia de almas", técnica especial que permite unirles para combatir a las criaturas maléficas que se han desviado del camino del Bien.
Dicha premisa tiene su origen en la obra homónima del autor Atsushi Ohkubo, que concibió influenciado por el estilo de Tim Burton y J.K. Rowling (obsérvese las similitudes con "Harry Potter"), cuya publicación se daría desde 2.004 a 2.013, con lo que su adaptación comenzó mientras continuaba realizándose, y como en otras ocasiones cada uno seguiría su camino, dando lugar al descontento por parte de los fans del manga. Takuya Igarashi, especialista en aventura y fantasía animada (director de "Zatch Bell" o "Ashita no Nadja"), sería el encargado de adaptar el trabajo de Ohkubo.
La serie, dividida (no oficialmente) en cinco arcos, empieza presentando con detalle a los siete protagonistas (la eficiente Maka y su despreocupado compañero Soul; el arrogante y desquiciante Black Star y la tímida Tsubaki; el maniático Kid y las hermanas Liz y Patty, tan diferentes entre sí), sus habilidades, problemas personales, obsesiones, ambiciones y pasado, en los que iremos profundizando mediante avance la trama, y su relación con los demás habitantes de Death City, una inmensa lista de impagables personajes "freaks" donde destacarían Spirit, el mujeriego padre de Maka, el sádico profesor Stein y el Shinigami (mi favorito), dios de la Muerte y jefe del Shibusen cuya alma está eternamente unida a la ciudad.
Desde el inicio encontraremos humor absurdo, extrema violencia y toneladas de acción que se combinan en un espectáculo trepidante, llevado con fluidez por Igarashi; en los primeros episodios predomina un ritmo veloz y una comedia que a veces llega al "ecchi", además de una marcada tendencia por ridiculizar figuras históricas y legendarias (Al Capone, Excalibur, Jack "el Destripador", Anubis, Toshiro Mifune...). Aun con estas desviaciones, la trama tomará una dirección más oscura y dramática a raíz de la aparición de la malvada y repulsiva Medusa y su hija Crona, especialmente cuando se nos desvele su desgarradora relación y el trágico pasado de Tsubaki (adentrándose la serie en terrenos espinosos como el maltrato y el odio filial).
Pero la auténtica aventura e intriga, que se extenderá al terror, comienzan con el despertar y liberación de Ashura (el Demonio), antagonista de la historia de simbólica existencia (pues encarna la locura y el miedo que alberga todo ser humano en su alma) y negativo del Shinigami (Dios), con quien mantiene una significativa conexión espiritual (en un momento durante su combate final aparecerán reflejados como el ying y el yang). Lejos de apostar por relaciones amorosas típicas del "shonen", los giros argumentales de "Soul Eater" se suceden de manera vertiginosa (el regreso de Medusa, la locura en aumento de Stein, el conflicto de Soul con la sangre negra de su interior...) al tiempo que llegan nuevos aliados y villanos.
Esto preparará el escenario para una épica batalla entre el Shibusen y la bruja Arachne, dispuesta a expandir el maléfico poder de Ashura gracias al Brew, el último artefacto demoníaco; mientras, el poder de los protagonistas evolucionará (así como su relación con Crona), tanto emocional como psicológicamente, hasta ser capaces de unir sus almas contra enemigos superiores (siendo la pelea contra Mosquito el mejor ejemplo). Pero el camino tomado por el anime desligándose del manga no es el más adecuado, donde se obvian innumerables personajes e importantes hechos (la muerte del Shinigami o la proclamación de Soul como "Death Scythe"), condensando así la trama en exceso.
Además se proponen algunas tontas vueltas de tuerca que van más allá del sinsentido (impagable la lucha "cuerpo a cuerpo" entre la fortaleza de Arachne y Death City...¡convertidos en mechas!) y un precipitado final con Maka y Ashura enfrentados que no fue del agrado de nadie (detallado en Zona Spoiler). Aun con estos grandes fallos, la serie no defrauda en cuanto a diversión, denso drama, emoción desenfrenada y deliciosa y gamberra locura, sin olvidar su atractivo universo y mitología y por supuesto la interesante idea de indagar en el espíritu y su esencia (interpenetraremos en la psique y el alma de los protagonistas), siendo representados como armas de gran poder en la lucha contra el Mal.
Aparte del grotesco y vulgar diseño, muy en la línea de "One Piece", que ofrece irreverentes personificaciones (los astros, los objetos, los animales), es inevitable no recordar la buena labor de los seiyus y la sensacional banda sonora (destacando sus temas "Resonance" y "Bakuso yume Uta", primer "opening" y tercer "ending"); el gusto por lo musical trascenderá de hecho a curiosas referencias (sirviendo los nombres de muchos personajes como tributo a artistas y bandas). Sí, la profundización, sorpresas e incertidumbre que alberga la obra de Ohkubo no se alcanzan ni por asomo en la serie...
Sin embargo ésta posee sus propias virtudes y cualidades como para ser considerada al margen del manga.
Un siniestro, salvaje y alocado cuento gótico de imaginación desbordante que se hace obligatorio visionar cada cierto tiempo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Es bien sabido que uno de los aspectos más distintivos de "Soul Eater" es su estilo, que va más allá de lo absurdo e incomprensible (tanto en situaciones como en personajes). Esta será la tónica desde su inicio hasta su final...
No obstante será en su último tramo cuando lo absurdo e hilarante pase a ser patético y estrafalario; llega el capítulo 45 (yo siempre obvié los de Excalibur) y ya hemos visto muchas cosas increíbles en el transcurso de la serie...pero ninguna como las que se nos presenta a continuación.
Con el Brew en su poder, el Shinigami desea lo impensable, algo que ya se nos había sugerido anteriormente (en el segundo episodio del tercer arco, Stein comenta a Maka que para desplazarse, el Shinigami le tendría que poner piernas a la ciudad): asistir al campo de batalla y derrotar a Arachne y Ashura. ¡Y esto lo logra dotando a Death City, efectivamente, de piernas y brazos, convirtiendo a la ciudad en una especie de extraño transformer!
Por un momento estaremos viendo un espectacular anime de mechas que concluirá con el literal engullimiento de Ashura (en otras palabras, se abre una boca en la ciudad-robot y se lo traga) y su caída en la "death room". Ojipláticos nos deja este episodio, pero la cosa no acaba ahí. Ashura ha vencido al Shinigami y Spirit y se ha encerrado en una barrera protectora para curarse de las heridas, aunque en ésta logran penetrar los siete protagonistas; siendo más poderoso y grande tras comerse el alma de Arachne, ¿qué posibilidades tendrían Maka, Soul, Black Star, Tsubaki, Kid, Liz y Patty de vencerle?...ninguna, claro.
Ni pensarlo, señoras y señores, porque de repente cada uno de los empleados descubre una habilidad oculta en su interior con suficiente fuerza como para acabar con el Diablo de una vez por todas. Lo más curioso es que ni siquiera servirán las vibraciones anti-demoníacas de Maka ni su capacidad de transformarse en arma heredada de su padre, así que todo se resuelve de la manera más fácil y menos épica (aunque se pretenda lo contrario), sirviéndose de una barata moralina perfecta para la ocasión: como Ashura desconoce el sentimiento del miedo tampoco posee valor para afrontarlo; esto será decisivo en el combate, pues si hay algo que caracteriza a Maka es su valor y determinación, con los cuales supera todos los temores.
Nuestra heroína, sin ayuda de nadie, acaba con su resistencia mental y física de un severo puñetazo (que me dolió hasta a mí) finalizando así la serie. Ni el Shinigami con su "Death Scythe" ha vencido a Ashura pero, por obra y gracia del guionista Akatsuki Yamatoya, Maka (ya ensalzada en extremo) lo consigue de un golpe. Será la palabra escrita en la postal de su madre el principal catalizador, derivando ello a un implícito pero apreciable (o despreciable) mensaje de inclinaciones feministas: el Demonio (un hombre cobarde y malvado), al que los hombres no pudieron ganar, caerá ante una mujer (ayudada indirectamente por otra mujer), que sí alberga el suficiente valor en su corazón para derrotarle. Se puede decir más alto pero no más claro.
De todas formas, con mensaje o no, resulta un final apresurado, incomprensible y que echa por tierra el del manga, donde Ashura quedaba encerrado por la sangre negra junto a Crona en la Luna, donde se había desarrollado la última batalla.
Un final infinitamente mejor.
No obstante será en su último tramo cuando lo absurdo e hilarante pase a ser patético y estrafalario; llega el capítulo 45 (yo siempre obvié los de Excalibur) y ya hemos visto muchas cosas increíbles en el transcurso de la serie...pero ninguna como las que se nos presenta a continuación.
Con el Brew en su poder, el Shinigami desea lo impensable, algo que ya se nos había sugerido anteriormente (en el segundo episodio del tercer arco, Stein comenta a Maka que para desplazarse, el Shinigami le tendría que poner piernas a la ciudad): asistir al campo de batalla y derrotar a Arachne y Ashura. ¡Y esto lo logra dotando a Death City, efectivamente, de piernas y brazos, convirtiendo a la ciudad en una especie de extraño transformer!
Por un momento estaremos viendo un espectacular anime de mechas que concluirá con el literal engullimiento de Ashura (en otras palabras, se abre una boca en la ciudad-robot y se lo traga) y su caída en la "death room". Ojipláticos nos deja este episodio, pero la cosa no acaba ahí. Ashura ha vencido al Shinigami y Spirit y se ha encerrado en una barrera protectora para curarse de las heridas, aunque en ésta logran penetrar los siete protagonistas; siendo más poderoso y grande tras comerse el alma de Arachne, ¿qué posibilidades tendrían Maka, Soul, Black Star, Tsubaki, Kid, Liz y Patty de vencerle?...ninguna, claro.
Ni pensarlo, señoras y señores, porque de repente cada uno de los empleados descubre una habilidad oculta en su interior con suficiente fuerza como para acabar con el Diablo de una vez por todas. Lo más curioso es que ni siquiera servirán las vibraciones anti-demoníacas de Maka ni su capacidad de transformarse en arma heredada de su padre, así que todo se resuelve de la manera más fácil y menos épica (aunque se pretenda lo contrario), sirviéndose de una barata moralina perfecta para la ocasión: como Ashura desconoce el sentimiento del miedo tampoco posee valor para afrontarlo; esto será decisivo en el combate, pues si hay algo que caracteriza a Maka es su valor y determinación, con los cuales supera todos los temores.
Nuestra heroína, sin ayuda de nadie, acaba con su resistencia mental y física de un severo puñetazo (que me dolió hasta a mí) finalizando así la serie. Ni el Shinigami con su "Death Scythe" ha vencido a Ashura pero, por obra y gracia del guionista Akatsuki Yamatoya, Maka (ya ensalzada en extremo) lo consigue de un golpe. Será la palabra escrita en la postal de su madre el principal catalizador, derivando ello a un implícito pero apreciable (o despreciable) mensaje de inclinaciones feministas: el Demonio (un hombre cobarde y malvado), al que los hombres no pudieron ganar, caerá ante una mujer (ayudada indirectamente por otra mujer), que sí alberga el suficiente valor en su corazón para derrotarle. Se puede decir más alto pero no más claro.
De todas formas, con mensaje o no, resulta un final apresurado, incomprensible y que echa por tierra el del manga, donde Ashura quedaba encerrado por la sangre negra junto a Crona en la Luna, donde se había desarrollado la última batalla.
Un final infinitamente mejor.