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Voto de Chris Jiménez:
9
Acción. Drama En el siglo XIX, en un Japón todavía feudal, un samurái llega a un poblado, donde dos bandas de mercenarios luchan entre sí por el control del territorio. Muy pronto el recién llegado da muestras de ser un guerrero invencible, por lo que los jefes de las dos bandas intentan contratar sus servicios. (FILMAFFINITY)
14 de agosto de 2017
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"Un samurái, un guerrero dedicado a trabajar para la realeza, ahora se encuentra sin un amo al que poder servir y vaga sin rumbo entre pobres pueblos y parajes desérticos, siendo sus únicos recursos para poder sobrevivir su ingenio y su katana...".
De repente recoge del suelo un palo y lo lanza al aire, decidiendo así seguir el destino que inevitablemente le aguarda.

Y así es como Akira Kurosawa inicia las aventuras del mítico Sanjuro, ese astuto, valiente y temerario ronin que en el Japón de la era feudal debe poner orden en un pueblo donde dos familias, los Seibei y los Ushitora, están enemistadas desde hace tiempo. Unos poseen la seda, otros el alcohol, pero lo que desean es poseer el territorio. Y el resultado, cuando el samurái sin nombre llega al lugar, pronostica ser una verdadera carnicería.
"Yojimbo" se puede contar entre esos clásicos del cine que uno nunca debe olvidar, una de esas joyas cinematográficas por las que el tiempo no pasa.
Kurosawa, un entusiasta de la novela negra estadounidense, se sintió siempre atraído por los libros de Dashiell Hammett, en especial por "La Llave de Cristal" y "Cosecha Roja", la que sirvió de principal referencia para crear la historia de esta película. Pero mientras que en la novela, escrita a finales de los '20, había gangsters y pistolas, aquí aparecen samuráis y katanas, dejando el cineasta, sin embargo, un guiño importante a Hammett al hacer que el "malo" de la historia, Unosuke, porte un revólver.

Las dos horas que dura la película no son aburridas en absoluto. Kurosawa sabe desplegar el suspense en su relato, dotado además de unas grandes dosis de acción y violencia cuando se requiere, y ante todo se habla de algo muy importante: el honor del guerrero samurái, desvirtuado prácticamente del mismo y llegando a convertirse casi en una parodia, encarnado esto en la figura del propio Sanjuro. Él no es un pendenciero que hostigue a inocentes, él conserva aún su dignidad, pero al no tener nada con qué vivir hace uso de su ingenio para tener dinero y comida, las pocas cosas que ya sólo le importan de verdad.
Además, él se rasca continuamente, bosteza, es sarcástico y no le atañe si hay otros guerreros que se quieran matar; su comportamiento parece estar más inspirado en esos tahúres errantes que operaban en los caminos (los llamados "bakuto"), añadiéndose la transformación de verse convertido en defensor de la ciudad el cual, en sus métodos, se traducen las maniobras de crimen organizado desde un punto de vista épico y romántico sin perder su lado más honorable. Una escena para demostrarlo es en la que vemos a Unosuke, ya agonizando en el suelo, pedir al ronin que le devuelva su pistola; éste podría cogerla y dispararle tranquilamente pero, en lugar de eso, se la devuelve en propia mano y aguarda hasta que se muere.

De este modo se puede decir que Kurosawa inventa una nueva manera de presentar la figura del legendario samurái. Aparte de eso hay otros aspectos que hacen de "Yojimbo" un film muy grande; el uso de la extrema violencia como contrapunto a las escenas de pausado ritmo, la utilización de elementos naturales para darle un tono más épico a su obra, en especial la tormenta de arena que se levanta en el pueblo en ciertas escenas, la fotografía del talentoso Kazuo Miyagawa y la cuidada ambientación para hacernos viajar al Japón feudal. Y cómo no, menudo reparto hay delante de las cámaras.
Repite Toshiro Mifune con Kurosawa en un "jidaigeki" tras la también inolvidable "La Fortaleza Escondida", encarnando al fiero samurái por primera vez (luego repetiría en esa secuela llamada "Sanjuro", aunque con un apellido diferente) y quedando como uno de los personajes más reconocidos de la cinematografía mundial, y es inútil negarlo. Su influencia ha llegado hasta nuestros días y muchos directores lo han corroborado en sus films. Igualmente hacen un trabajo excelente Kyu Sazanka como el jefe Ushitora, Seizaburo Kawaku como el otro jefe Seibei, Isuzu Yamada como la antipática esposa de éste, Daisuke Kato como Inokichi, Eijiro Tono como el dueño de la posada y el gran Tatsuya Nakadai como ese odioso Unosuke, y que también volvería como villano en "Sanjuro".

La influencia de "Yojimbo" sería tan grande lejos del continente asiático que un italiano llamada Sergio Leone se encargaría de reproducir palmo a palmo, pero con mucho más desparpajo y cambiando samuráis por pistoleros, la obra de Kurosawa, dándole el nombre de "Por un Puñado de Dólares", con la que, por cierto, haría historia y ayudaría a la creación del "spaghetti western".
Pero tal valentía tendría sus consecuencias, ya que Leone fue llevado a juicio por no haber admitido los derechos en su película. Más tarde Walter Hill también repetiría el concepto de la del japonés en "El Último Hombre", aunque admitiendo los oportunos derechos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Chris Jiménez
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