"Basic" es una de esas películas de premisa y concepto prometedores que, por A o por B, acaban ubicadas en tierra de nadie y cuya repercusión se esfuma al poco tiempo de ser vistas. Sin embargo, y por una extraña razón, si tienes la oportunidad de verla, la ves...hasta el final.
Y que, aunque ya te sepas todas las trampas argumentales o, por el contrario, te hartaras de ellas en el primer visionado, acabas pasando un rato bastante entretenido, lo cual es el elemento básico del film desde el principio.

La historia, que engancha lo suyo, se inicia con unas maniobras de los rangers del ejército comandadas por el duro, impasible e implacable sargento Nathan West en plena selva de Panamá, donde, durante el curso de un huracán, se ha armado un lío de tres pares de cojones: el 2.º teniente está gravemente herido, los demás soldados en paradero desconocido y el sargento ha sido asesinado. El único superviviente sano, Ray Dunbar, se niega a testificar a menos que sea en presencia de otro ranger, lo que hace al coronel Styles tomar la rápida decisión de pedir ayuda a Tom Hardy, un caradura y simpático agente de la D.E.A. supuestamente acusado de aceptar sobornos y con gran talento para los interrogatorios.
Eso, por supuesto, hincha bastante las narices de la disciplinada oficial de la policía militar Julia Osborne, que ve muy mal la intromisión de un civil en el caso y, para colmo de males, tener que colaborar con él. Pero así será: ambos tendrán que unir sus fuerzas para averiguar qué pasó en la selva panameña, entre preguntas, engaños, trucos y otras tácticas, todo sea por desenmascarar el misterio tras el asesinato de West.

Suena mejor de lo que en realidad es, ¿verdad?, pero eso es lo que debió convencer al veterano John McTiernan para hacerse cargo de la dirección en esta producción entre EE.UU. y Alemania. Este director, experto en cine de acción e intriga y que había dado títulos tan grandes al mismo como "La Caza del Octubre Rojo" o las dos mejores entregas de la saga de "Jungla de Cristal" (la primera y la tercera, en realidad las únicas que merecen la pena), veía cómo su carrera se empezaba a ir al traste a comienzos del nuevo siglo cuando "Rollerball" se estrellaba en la taquilla sin remedio alguno.
Al año siguiente, y para quitarse de encima las pésimas cifras de su último film y tantas malas críticas hacia éste, decidió adaptar el inteligente guión de James Vanderbilt tras mostrarse muy interesado por él (aunque luego la adaptación no hizo ninguna justicia a la historia original). Por otra parte, esto iba a servir a McTiernan de algún modo para retornar al cine que mejor se le daba: el de acción y suspense, situado, una vez más, en los entresijos del mundo militar, y con el incentivo extra de contar en el reparto con el dúo Travolta/Jackson, perfecto para atraer al gran público.

Es innegable que "Basic" posee un comienzo de lo más intrigante, un comienzo que engancha gracias a su inexplicable trama llena de secretos, enigmas y misterios, el buen despliegue de medios y el carisma de sus dos personajes principales, Tom Hardy y Nathan West. Aparte de esto, el sr. McTiernan tiene don para manejar el suspense, dotar de fluidez y un ritmo ameno y entretenido al film y para desenvolverse en las muchas secuencias acción, las cuales nos son ofrecidas con grandes dosis de violencia y espectacularidad entre conversación y conversación.
Sí, son grandes bazas que a mitad de película se empiezan a ir al carajo por culpa de todo lo demás: algunos secundarios estereotipados y bastante detestables cuyas actuaciones parecen forzadas, unos diálogos con demasiado humor del que debieran llevar y conteniendo algunas frases que son vergonzosas, un tono que va degenerando en lo comercial y un argumento que no para de liarse, liarse y liarse, lo que bien mirado no es malo, la verdad, pero que a medida que avanza se va asemejando cada vez más al de "Sospechosos Habituales", y llega un punto en que las comparaciones son odiosas a más no poder, sobre todo en el tramo final. Muchos culpan a eso precisamente, al desastroso final, pero no fue cosa del guionista, que conste...lo cambió McTiernan, y bien quietecito que se podría haber estado, el hombre.

Está bien eso de ver trabajar juntos a John Travolta y Samuel L. Jackson de nuevo, claro que sí, pero el dúo que encarnan aquí se halla a años luz del que hicieron en "Pulp Fiction". El primero repite el mismo papel de siempre, el de sarcástico listillo que al final te acaba cayendo muy bien, que le va que ni pintado; el segundo hace de sí mismo, para no variar, un papel a su medida y en el que puede explayarse a gusto. Tim Daly, Brian Van Holt y Taye Diggs correctos. Connie Nielsen sirve para guiar al espectador pero se hace detestable. Roselyn Sánchez es realmente odiosa. El mejor secundario: Giovanni Ribisi.
Pese a sus enormes fallos, la última película que hizo John McTiernan antes de ser metido en el talego por lo de aquellas escuchas fraudulentas, entretiene en una tarde aburrida, y mucho. Una película que, para su desgracia, también se estampó en taquilla, recaudando poco más de la mitad de su presupuesto.