Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Chris Jiménez:
2
Ciencia ficción. Fantástico. Acción A finales del siglo XXI, surge una subcultura de seres humanos con una mutación genética: están dotados de una asombrosa velocidad, una increíble resistencia y una profunda inteligencia. A medida que hay más personas contagiadas, el temor del gobierno aumenta y a los mutantes se les trata como a marginados, se les somete a pruebas espantosas y se les pone en cuarentena. El gobierno ha tomado la determinación de acabar con ellos, pero ... [+]
3 de julio de 2017
Sé el primero en valorar esta crítica
Amigos, si creíamos que tuvimos suficiente con todas las chicas guapas de acción imaginables es que no habíamos visto nada.
¡Faltaba por llegar Violet! ¿Cuánto le falta para irse?

Cosas raras estaban sucediendo en el cine de acción y ciencia-ficción tras la irrupción de "Matrix", que a partir de ese momento tendría el efecto del monolito de "2.001" y tanto revolucionó como dañó al género; todo lo posterior se ganaba el apelativo de pastiche y el sr. Kurt Wimmer lo dejó bien claro en su "Equilibrium", remedo neo-futurista de "1.984" considerada de culto por muchos que tal vez no han visto mucho cine. Pese al fracaso cosechado el director se une poco después a una Milla Jovovich convertida en poderosa heroína gracias a (o por culpa de) "Resident Evil".
"Ultravioleta", rodada en China para Sony con sus cámaras de alta definición, ya empieza con uno de esos fallos de los que adolece gran parte de la ficción contemporánea: la explicación inicial y masticada sobre la premisa para ahorrar al público minutos de desarrollo de personajes y de argumento a través de ellos (con lo tedioso que es eso, ¿no?); así, en el prólogo (si bien todo el film es un largo prólogo donde se nos quiere contar algo y no lo hace) tenemos un mundo frío y "ultra-tecnológico" mermado por un virus letal cuya solución dada por la organización fraudulenta que lo creó es controlar y aislar a los afectados.

Milla Jovovich, en una colorida versión "disco" post-futurista de Trinity, entra a formar parte de esto de la manera que podemos esperar, destilando su Violet desparpajo y chulería por los cuatro costados; acontecen unos 20 minutos de metraje donde no se nos dará ni un respiro y Wimmer despliega un arsenal de acción inverosímil, vergonzoso y sin personalidad. Sin embargo antes de esto vendrán unos créditos "a lo Marvel" ensalzando la cultura del cómic. ¿Es esta película una adaptación? No, pero eso es lo que proyecta, una total falta de coherencia y sentido de la realidad sólo apegada a la imaginería de los cómics o los videojuegos.
Porque alejándonos de la trama (que pone a la chica contra las cuerdas al intentar proteger a un niño, que incuba el virus en su clonado cuerpo, de todos los villanos del Mundo (los más patéticos que se han visto en mucho tiempo...) ) "Ultravioleta" se regocija, al igual que su artífice, en su extrema cutrez, delirio cinético, violento y de pura fibra "exploitation", en su absurda acción videoclipera embadurnada en CGI de croma de usar y tirar, artes marciales de coña y colores "space" chillones en imitación de casi todo lo que lleva acumulando la ciencia-ficción y la acción desde la "obra magna" de los Wachowski hasta ese 2.006.

Con todo ello Wimmer pretende regalarnos un desenfadado espectáculo en la línea del esperpento autocomplaciente y bizarro que rodea al cine de Besson y Rodríguez (¿acaso son "Spy Kids" y "Machete" mejores o más coherentes que la que nos ocupa?) con los ecos góticos de "Blade", "Hellboy" y la terrible " "V" de Vendetta"; así, la excesiva carga dramática y su retahíla de trascendentes diálogos se dan de bruces con el muro de la autoparodia, y los personajes quedan como la sombra desdibujada de otros que tal vez pudieron estar mejor tratados. Violet no puede permitirse ir más allá del mero pastiche, ya que cual Mr. Potato su ser físico y emocional es la suma de las partes de otros.
La Leeloo de "El Quinto Elemento" crece y recoge el trauma materno de Beatrix Kiddo y lo enfrenta al tener que proteger (qué conveniente) al sustituto de un hijo arrebatado por el mismo virus que éste porta, mientras se revuelve en un plenario catálogo de habilidades heredadas de Trinity, Lara Croft, Elektra, aquella Selene de "Underworld" y la cercana Aeon Flux a partes iguales, y elevándolas a la 50.ª potencia (nadie más aguanta el embiste de 700 enemigos sin pestañear), además de seguir la moda imperante de heroína súpersensual y poderosa que debe terminar sus vertiginosos combates con la pose más guay (aquí la ucraniana pone de manifiesto lo poco que tiene de actriz y lo mucho que tiene de modelo...).

Podríamos decir que Violet (y su película, que no recoge poco de las protagonizadas por las anteriores féminas) es el compendio de todo eso, la guinda que le faltaba al pastel. Y a pesar de todo lo malo que ofrece (sus agujeros de guión, personajes secundarios que van y vienen, inexistencia de sentido común, desconexión consigo misma, imaginario y acción artificial y sin sentimientos y gusto por el exceso) se disfruta y mucho; un servidor gozó precisamente de todas sus carencias, porque el film está visualizado y realizado con esa misma intención: la de en absoluto tomarse en serio (como por ejemplo hará la posterior "Shoot'em Up").
Esto es lo que a simple vista uno aprecia, si bien hay que tener en cuenta la faena de los trabajadores de Sony al director y la actriz, quienes, sin tan siquiera consultarles, asaltaron la cabina de edición y aplicaron terribles cortes al producto, eliminando con ello mucho sobre la introspección de personajes y aspectos serios de la trama; no es de extrañar que todo resulte caótico, aunque uno se pregunta si, de haberse conservado ese montaje original, habría mejorado algo o no...y en especial si la protagonista o actores como William Fichtner, Cameron Bright o Nick Chinlund (horrible este hombre, horrible) merecerían realmente la pena el ver aumentados sus papeles.

La cosa se quedó así y los de Sony recibieron el golpe de un estrepitoso fracaso de taquilla, tan sonoro que sus ondas de choque perjudicaron mucho a Wimmer, quien no ha vuelto a ejercer de director y cuesta creer que lo vuelva a hacer.
De lejos estamos ante la más abominable, amén de la más divertida, de aquellas peripecias protagonizadas por grandes heroínas de acción de comienzos del milenio. Ni siquiera destaco las vestimentas de Violet, cuya figura se le ciñe a la perfección, ya que nada me atrae el físico simplón de Jovovich: el de típica súpermodelo esbelta, escuálida y maciza.
Chris Jiménez
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow