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Voto de Chris Jiménez:
5
Ciencia ficción. Fantástico. Terror David Kellum llega a la ciudad de Iowa donde ha de empezar sus estudios de veterinaria. Enseguida se descubre como Scanner. El Comandante Wayne Forrester lo recluta para utilizar sus poderes en favor suyo. Su objetivo es, aparentemente, que el alcalde lo nombre Jefe de Policía. Pero David pronto se dará cuenta de que lo que el Comandante pretende es crear un estado de policía dirigido íntegramente por scanners. David huye, se ... [+]
3 de marzo de 2024
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Han vuelto. Aquellos extraños seres humanos que pueden adentrarse en nuestras cabezas por medio de poderes telepáticos increíbles.
Aunque yo me pregunto...¿necesitábamos que regresaran? ¿Hay realmente cosas interesantes que contar acerca de ellos? Nunca se sabe. ¿Qué pensaría el sr. David Cronenberg?

Cuando la película que nos ocupa se empieza a rodar, a finales de 1.989, él ya estaba en otro plano de realidad preparándose para "El Almuerzo Desnudo", así que mucho no tenía que importarle; y hoy por hoy, aunque todavía existan sus detractores y pese a haber sido un infierno filmarla, "Scanners" fue decisivo para el canadiense, su primer éxito comercial amén del título más entretenido que haya realizado nunca. Su productor Pierre David, quien dejó de trabajar con él "por sus enfoques tan arriesgados y esotéricos", deseaba seguir de todas formas con el concepto de los exploradores...
Lo curioso es el tiempo que hubo de pasar (unos ocho años) para madurar una secuela; echando la vista atrás a "Scanners", con todas las posibilidades que su atractivo universo ofrecía, cuesta creer que no llegase antes, o al menos una saga en formato cómic o serie de televisión, como se pretendía en un principio. La tarea de sustituir a Cronenberg, de quien era un gran admirador, le tocó a Christian Duguay, futuro director de la infravalorada "Asesinos Cibernéticos", y en aquel entonces un joven y experto director de fotografía que había hecho anuncios y videoclips y trabajado como operador para Paul Mazursky y Allan Eastman.

Su técnica, como irá demostrando, no dejará de ser bastante buena, aunque no es más que un cineasta novel experimentando y a la vez obedeciendo órdenes de productores. Su primer rechazo del proyecto cuando se lo ofrecieron se debió al guión, y es comprensible; me gustaría saber si ese inicio tan horroroso se mantuvo tal y como se escribió, donde no sólo se imita el de la película original con un incremento de pirotecnia innecesaria, sino que está protagonizado por uno de esos gilipollas que jamás querrías volver a ver en una película.
Si Stephen Lack conseguía atraer mi atención en una escena muy sencilla y basada en la intensidad de su interpretación, Raoul Trujillo (al que le faltaba mucho para aparecer en "Apocalypto"...) me revuelve el estómago con sus gritos, su vomitiva sobreactuación y sus peleas con maniquíes (¿desde cuándo los maniquíes hablan?). Lo peor es...que no es el héroe de la historia, claro, sino David Hewlett, en un personaje homónimo más cercano al Cameron de Lack; así pues...¿por qué empezar con aquel subnormal psicótico? Ni idea. Su unión con Alice, compañera de facultad veterinaria, tampoco resulta nada creíble.

La verdad es que el principio de "Scanners II" es frustrante en cuanto a presentación de personajes y ritmo, sobre todo porque conocemos el centro donde se están desarrollando experimentos con exploradores antes de aparecer David; es al llegar el atraco a la tienda, donde Duguay muestra su efectividad en las secuencias de acción y efectos especiales prácticos, cuando todo toma impulso al tiempo que el papel de Forrester empieza a tener sentido conforme a la disparatada trama que prepara el guión. Y es que, como ya sabemos todo sobre los exploradores gracias a Cronenberg, aquí sobran las explicaciones y nos vamos directos a la aventura.
Una lástima que B.J. Nelson (¿qué se puede esperar del responsable de "Lone Wolf McQuade"?) no profundice en aspectos científicos para seguir desgranando los misterios de estos fascinantes seres; David recibe una clase intensiva y le convierten en el "solucionador de asuntos" de ese oficial de policía con aires de dictador y deseos de crear un nuevo orden social (o algo así, ni él lo tiene claro...) que es Forrester, más o menos el remedo de Darryl Revok, pero dentro del sistema social. Acción, suspense, ambiciones, traiciones, persecuciones varias, igual que en "Scanners" pero con intrigas políticas/policíacas de por medio.

Uno ya asume que lo único que une a la obra de Cronenberg sólo está en el título y en que se menciona el efemerol; nada más lejos, porque cuando la trama ya esté muy avanzada sabremos nuevas cosas sobre David, en pocos segundos, de manera muy masticada y sin que importe demasiado a los acontecimientos (sin embargo parece mejor preparado que en la original, donde todo se revelaba al final y muy rápido también). Ahora hay una herencia directa de Cameron en el protagonista (entonces esta historia se desarrolla en el futuro, claro...) y otro hermano por ahí cuya existencia era ignorada.
Hermana en este caso (Julie), ya que la repetición no puede ser tan descarada. La vuelta de tuerca al argumento de "Scanners" sucede al hacer de ella la aliada de David (así que el personaje de la novia, Alice, es un puñetero cero a la izquierda) y otorgar nuevas habilidades a los exploradores; una de las mejores secuencias de toda la película envuelve el instante, precioso, en que los hermanos "ven" a través de los ojos del otro. El guión de Nelson no es nada original, recicla lo ya conocido, pero también tiene interesantes e imaginativas ideas que Duguay plasma con eficacia gracias a su experiencia.

Tal vez esperábamos más despliegue de "gore" y "body-horror", pero si hacemos memoria en la de Cronenberg únicamente hay dos escenas (magistrales, eso sí) con elaborados efectos especiales.
Al final quedan infinidad de cabos sueltos, de tramas inacabadas, de secundarios que pasan de soslayo (Alice, Walter, los padres de David...), de explicaciones que hay que dar, y todo se reduce al entretenimiento puro y duro. La intención de Duguay era buena, pero no la más adecuada; nada adecuado, ni agradable, ni interesante, es el personaje de Trujillo, aunque él se esfuerce en hacerme creer lo contrario (y no será porque no se esfuerza...).
Chris Jiménez
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