El guión me parece soberbio. Tiene cosas que no he visto nunca antes ni después de esta película:

· Ese tunel del tiempo en un calabozo oscuro del siglo XV.

· Utilizar una veleta como lanza para cazar a un brujo que puede volar, unido a los aparatos de Redferne para localizar al brujo y ensalar el látigo con la boca porque los brujos odian la sal. Simplemente genial.

· Un brujo que puede volar porque se ha comido la grasa de un niño no bautizado (en EEUU un chico hizo esto con su hermano tras ver el film -lo que hace que me impacte más aún la película-). Esas escenas previas de Julian Sands hablando con el niño son tan inquietantes com M, el vampiro de Dusseldörf de Fritz Lang o el Cebo de Ladislao Vadja.

· Una mujer hechizada que envejece cada día como si fuesen diez años por un conjuro del brujo. Es una carrera contrarreloj por su vida. (Envejeces con ella cada vez que se hace de noche).

· Ese amish que sabe que ha venido un brujo porque se ha agriado la leche que ordeñó de su vaca. Es el único que no toma por loco al cazador de brujos.

· Y cómo no, ese final en el mar junto a un cementerio delante de la tumba de Redferne y una jeriguilla en la mano de Kassandra es antológico, qué gran giro de guión al final. Se merecería un "remake" con efectos especiales de hoy, pero me da miedo pensar quién lo haría, así que dejemos el maquillaje ochentero y olvidémonos de las secuelas de este film. Para mí Warlock, empieza y acaba con esta película, y sobrevive para siempre en mi memoria.