Lo que menos me interesa de este drama basado en hechos reales, es el tema de las terapias de ayuda a alcohólicos que hemos visto en el cine un millón de veces, y sigo viéndolo tan americanizado, que no logro creérmelo.
Por supuesto que debe existir esa ayuda a personas con esos problemas, pero creo que por hablar de nuestro país que para nada tiene que ver con lo que pasa en la realidad, esos corrillos de gente diciendo me llamo así y no bebo hace no se cuanto.
Por lo demás una cinta interesante este trabajo del director GUS VAN SANT, en el que una cosa destacaría y que nunca pensaba que iba a decir, los para mi directamente actores más insufribles de su generación JACK BLACK y JONAH HILL, por fin están en un papel más que aceptable, fuera de sus histrionismos habituales y de sus roles cómicos.
Esa historia de superación personal la hemos visto mil veces, a JOAQUIN PHOENIX bordándolo también, lo más original es la manera de contarlo a través de las viñetas irónicas y vitriólicas, que fueron seña de identidad, de este outsider, que se puso la vida y el humor por montera.