Una divertida y entrañable comedia romántica dirigida (y protagonizada) con su particular estilo por Woody Allen, en la que una pareja deciden adoptar un bebé y convertirse en padres. Después de un tiempo, se dan cuenta de que el niño es un superdotado. Así arranca este preciosa historia con argumento de apariencia triste, pero el veterano realizador se encarga de dulcificarla (un poco, no demasiado) y encontrarle el lado "más amable", por decirlo de un modo.
Si hay algo que se destaca dentro de la producción, es contar con un reparto de lujo, cómodo y efectivo cada uno de ellos en sus respectivos roles. Desde el propio Woody Allen, pasando por un hilarante F. Murray Abraham, una implacable Helena Bonham Carter y unos divertidos Michael Rapaport y Peter Weller. Pero la que saca una sonrisa y enamora por su ternura, candidez, ingenuidad y humildad es una inovidable Mira Sorvino, que enamora en su papel de prostituta con "pocas luces", con un unico anhelo: Ser una actriz de Broadway. Su inocencia, carisma y optimismo en medio de una vida tan dura y desoladora, hacen que uno caiga rendido a sus pies casi de inmediato. Un Oscar más que merecido y una injusticia que su carrera haya sido perjudicada después por el nefasto H.W.

Una película que vale la pena ver, con algunos diálogos punzantes y por supuesto, con mucho Jazz y Nueva York de fondo como no podia ser de otro modo.