El responsable de la subrayada "Independence Day" o la extraña "Godzilla", Roland Emmerich nos embarca en un viaje hacia un futuro y "posible" desastre ambiental a escala mundial.

Ahora no son los "extraterrestres" quienes van a causar estragos en el planeta, sino enormes inundaciones, tornados, granizo del tamaño de una pelota de béisbol, en fin los peores augurios que un meteorologo podría imaginar.

Si bien se podría decir que es positivo como ha calado últimamente lo del denominado "calentamiento global" a nivel de tratamiento en distintos sectores, se nota que en Hollywood, también se lo han tomado "en serio" al menos como pretexto para realizar super producciones que reflejen de manera bastante realista lo que nos podría suceder si seguimos contaminando el planeta.

En ese sentido y enfocado siempre a la grandilocuencia en su películas, pues sorprende con espectaculares efectos especiales, muy bien logrados y que recrean de forma interesante un auténtico "apocalipsis" ambiental, por así decirlo. En cuanto a la historia es una lástima que no se aporte nada nuevo.

Del reparto se destacan Dennis Quaid y Jake Gyllenhaal en los roles protagónicos y Ian Holm como secundario de lujo. Por ahí se dejan ver también Nestor Serrano y Emmy Rossum.