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Voto de Raúl:
9
8,1
8.293
Drama
Umberto Domenico Ferrari es un jubilado que intenta sobrevivir con su miserable pensión. Sumido en la pobreza, vive en una pensión, cuya dueña lo maltrata porque no consigue reunir el dinero necesario para pagar el alquiler de su habitación. Los únicos amigos que tiene en este mundo son una joven criada y sobre todo su perro Flike. (FILMAFFINITY)
20 de enero de 2008
48 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película neorrealista tardía, dirigida por Vittorio de Sica, y con guión de Cesare Zavattini, primer espada y máximo teórico del "movimiento". De Sica fue, entre los neorrealistas originales, el más popular, tanto porque era un actor conocido, como por el éxito masivo de sus películas y por ser el director con planteamientos más accesibles, su neorrealismo siempre fue más suave, más agradable y más melodramático que el de Rossellini o Visconti, directores con mucha más personalidad y que respondían con más claridad al concepto de "autor".
"Umberto D." parece haber envejecido un poco, no tanto porque se la vea envejecida cinematográficamente, sino porque la situación social responde a un lugar y un momento concretos, lo que a priori le resta dentro de nuestra sociedad de clase media acomodada...pero en otras partes del mundo esto se da con frecuencia y nos gustaría pensar que en un país rico, como en definitiva es el nuestro, esto no puede ocurrir, pero hace poco leí un artículo sobre los ancianos que malviven prácticamente olvidados y sin medios en Barcelona, olvidados por todos y sin apenas recibir ayudas públicas (que tienen una capacidad de acción limitadas)... no lo queremos ver, no queremos pensar... pero Umberto quizás esté más cerca de lo que creemos.
"Umberto D." parece haber envejecido un poco, no tanto porque se la vea envejecida cinematográficamente, sino porque la situación social responde a un lugar y un momento concretos, lo que a priori le resta dentro de nuestra sociedad de clase media acomodada...pero en otras partes del mundo esto se da con frecuencia y nos gustaría pensar que en un país rico, como en definitiva es el nuestro, esto no puede ocurrir, pero hace poco leí un artículo sobre los ancianos que malviven prácticamente olvidados y sin medios en Barcelona, olvidados por todos y sin apenas recibir ayudas públicas (que tienen una capacidad de acción limitadas)... no lo queremos ver, no queremos pensar... pero Umberto quizás esté más cerca de lo que creemos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El argumento de "Umberto D." es claro como el agua, un anciano vive en un cuartucho de una casa de huéspedes con su pequeño perro Flyke, su única familia. La dueña quiere deshacerse del viejo y amenaza con tirarle de patitas a la calle si no paga lo que debe. Umberto intenta conseguir el dinero, pero no puede. Una vez en la calle, sin dinero ni lugar donde dormir, solo le queda abandonar a su perro para dar finalizada su vida.
A Umberto no le queda nadie, solamente una chica joven le da algo de aprecio, pero ella tiene sus propios problemas y lo único que pueden hacer el uno por el otro es darse algo de compañía en una relación paterno-filial. Pero la soledad es omnipotente, Umberto es poco más que un fantasma que deambula por la calle con Flyke, el único que siempre esta a su lado.
La sociedad se plantea como algo deshumanizado, donde el egoísmo y la pobreza no deja escapatoria posible, provocando una gran sensación de impotencia, sobretodo en el momento en que Umberto intenta conseguir el dinero que necesita, siendo totalmente inútil, a pesar de que malvende sus pertenencias, pide dinero a conocidos y se humilla pidiendo limosna (primer momento de lucimiento del perro-actor), pero su orgullo le impide hacerlo, alcanzando el clímax de impotencia y deshumanización cuando es desposeído de su habitación.
Después de que le quiten la habitación, Umberto, en la calle, con poco dinero, sin apenas pertenencias, sólo... parece dispuesto a adelantar lo inevitable, pero antes tiene que "librarse" de su única compañía: Flyke. En ese momento nos descubrimos ante ese gran actor que resulta ser el perro, capaz de transmitir con una mirada más que algunos humanos, ¿Existe el Oscar canino? Normalmente odio las películas/series con perro, suelen ser estúpidas y tontorronas y la relación dueño (normalmente un niño) y animal suele ser vomitivo, "Umberto D." es una sorprendente y lúcida excepción.
Es cierto, el final es sensiblero y melodramático (ya os dije que De Sica no es Rossellini o Visconti) ¿Y qué? FUNCIONA. Si ves el final de "Umberto D." y no te emocionas tómate el pulso, estás muerto. Además el final no es precisamente esperanzador, todo sigue igual, sin dinero y sin un hogar al que ir. ¿Qué le ocurrirá a Umberto y a Flyke? No se sabe...
... pero les ocurrirá juntos.
A Umberto no le queda nadie, solamente una chica joven le da algo de aprecio, pero ella tiene sus propios problemas y lo único que pueden hacer el uno por el otro es darse algo de compañía en una relación paterno-filial. Pero la soledad es omnipotente, Umberto es poco más que un fantasma que deambula por la calle con Flyke, el único que siempre esta a su lado.
La sociedad se plantea como algo deshumanizado, donde el egoísmo y la pobreza no deja escapatoria posible, provocando una gran sensación de impotencia, sobretodo en el momento en que Umberto intenta conseguir el dinero que necesita, siendo totalmente inútil, a pesar de que malvende sus pertenencias, pide dinero a conocidos y se humilla pidiendo limosna (primer momento de lucimiento del perro-actor), pero su orgullo le impide hacerlo, alcanzando el clímax de impotencia y deshumanización cuando es desposeído de su habitación.
Después de que le quiten la habitación, Umberto, en la calle, con poco dinero, sin apenas pertenencias, sólo... parece dispuesto a adelantar lo inevitable, pero antes tiene que "librarse" de su única compañía: Flyke. En ese momento nos descubrimos ante ese gran actor que resulta ser el perro, capaz de transmitir con una mirada más que algunos humanos, ¿Existe el Oscar canino? Normalmente odio las películas/series con perro, suelen ser estúpidas y tontorronas y la relación dueño (normalmente un niño) y animal suele ser vomitivo, "Umberto D." es una sorprendente y lúcida excepción.
Es cierto, el final es sensiblero y melodramático (ya os dije que De Sica no es Rossellini o Visconti) ¿Y qué? FUNCIONA. Si ves el final de "Umberto D." y no te emocionas tómate el pulso, estás muerto. Además el final no es precisamente esperanzador, todo sigue igual, sin dinero y sin un hogar al que ir. ¿Qué le ocurrirá a Umberto y a Flyke? No se sabe...
... pero les ocurrirá juntos.