Esta película de Howard Hawks, es un auto-remake de Río Bravo, (dirigida también por el propio Hawks). No daré una opinión comparativa entre ambas versiones, puesto que la de Río Bravo la ví hace bastante tiempo, y la recuerdo vagamente.
Valorándola independientemente, he de decir que como película del oeste me parece muy buena. Cuenta con excelentes actores e interpretaciones, y también con las suficientes dosis de humor para hacerla bastante amena. Como Hawks acostumbra, con 4 dolares y pico demuestra que se puede hacer buen cine. Wayne, como siempre, está genial. Mitchum borda el papel de sheriff alcohólico frustrado. El joven Caan tiene una acertada interpretación también.
La película no se hace para nada pesada e incluso la recomiendo hasta a las personas que no les atraiga demasiado el western, ya que con tan sólo los golpes de humor, no se hace pesada.