El lobo de Walt Street es una película trepidante, la primera hora es intensa y desternillante, incluso algunas momentos cruel. Si no estuviera basada en un personaje real parecería un delirio propio de Tarantino y es que en algunas partes cuesta reconocer a Scorsese, incluso hay una escena que podría ser de la “Tormenta perfecta” de Wolfgang Petersen. Precisamente esa parte me sobra, creo que tiene excesivo metraje en el medio del film que no aporta más que ahondar en la descripción de la personalidad de un protagonista que ya está suficientemente encuadrado durante la primera hora. Es como “¿todavía no os creéis el enganche de este tipo? pues aquí van más ejemplos”.Leonardo Dicarpio está increíble y tiene mérito cuando el personaje que interpreta es pura sobreactuación, que está el 90% del relato bajo los efectos de las drogas, y cuando los compañeros de viaje tienen el mismo ritmo de vida y adicción. Pero todos están igual de bien que el protagonista, sobre todo Jonah Hill. Aunque para mí el momento con Matthew McConaughey no tiene precio.Lo que me parece muy fuerte es que el 95 por ciento de las mujeres que salen en la película están desnudas, son prostitutas o stripper, y el otro 5% les parezca normal y que el único momento emotivo sea con una de sus empleadas (muy machista todo) y da miedo, no tanto que existan personas así, si no que tengan seguidores que los admiran. Pero quitando el exceso de metraje, de desnudos y de drogas me parece una película que en la apología de los excesos lleva la crítica a una sociedad donde el dinero es el fin y la guía, y creo que quedará en la memoria. (como paso en su día con Pulp Ficcion).