En todas las relaciones amorosas siempre uno de los amantes está más quedado que el otro, más enamorado, este es el caso del “pequeño Woddy Allen” que interpreta magistralmente Jesse Eisenberg, y es que su papel es el alter ego de tantos que ha interpretado Woddy, es un acierto de la película y del director, no hubiera sido lo mismo sin él. El amor del joven Bobby es el hilo argumental de toda la película adornado por una atmosfera de homenaje al cine del Hollywood de los años 30, con guiños a las películas de gánster y con esos golpes de humor inconfundibles, como la escena del al prostituta que es genial y que recuerda un poco, salvando las distancias, a la de “Poderosa Afrodita”.
La ambientación y la música adornan el pastel y el vestuario es la guinda, es maravilloso, no puedes perderte un detalle.
La que no me termina de convencerme es Kristen Stewart tiene esa cara de pasmada, que tan bien le iba al papel de la saga “Crepúsculo”, pero que en el resto de interpretaciones queda tan simple, su papel hubiera dado más juego, desluce un poco con el resto de interpretaciones, como la del siempre perfecto Steve Carell.
Una bonita película de Woody Allen nostálgica y con un vestuario precioso