La Liberia es una historia que parte de un marco y de unos personajes que llenan de ilusión, ambientada en un pueblo de cuento con unos actores vestidos de colores pastel, es un relato sobre la superación de la pena y como decides afrontarla y acompañarla donde se van describiendo los cuatro personajes principales: la protagonista, con una ilusión marcada en su vida para hacer de su pasión por los libros un recuerdo en el que mantener viva la memoria de la persona a quien más quiso; el vecino ausente, cargado de misterio y melancolía; la niña narradora; y la mala de la historia manipuladora y política.
Sin embargo con todos los elementos bien puestos y bien dirigidos y acompañados de una banda sonora muy bien acoplada, no consigue transmitir la emoción que pretende.
Es cierto que no me gusta el recurso del narrador por que trata de suplir lo que las escenas no cuentan, pero no es solo la voz en off que va relatando los sentimientos de los protagonistas, es que las conversaciones entre los protagonistas, el discurrir de la historia no termina de emocionar. Todos los actores están francamente bien pero no llegan al corazón como Isabel Coixet parece que pretende.