Se ve desde el primer momento que la influencia de INSTINTO BÁSICO o, sobre todo, ATRACCIÓN FATAL, ha calado de lleno en los guionistas y en el director. Y las primeras escenas nos llevan por un tórrido y poco explicado flechazo. Fiennes se esfuerza en parecer enigmático a base de no mover un músculo de su cara y Heather Graham, cuando no está desnuda, pierde mucho, la verdad. Con estas premisas, la cosa va yendo a peor y llega un momento, mediado el metraje, que por más que nos quieran llevar por un lado nosotros vemos claramente el camino y quién es quién respecto a la culpabilidad.Y ahí, vaya, se acaba el thiller y como el sexo se acabó hacia la media hora, no nos queda ya nada. No es una película para recordar, sin duda.