Volver a ver esta película es volver al cine auténtico, el del blanco y negro esplendoroso, el de las historias y los personajes vigorosos, impactantes.

Aquí el director, ese húngaro expatriado que recorrió Europa para llegar aquí y regalarnos obras maestras como MARCELINO, PAN Y VINO o MI TÍO JACINTO, es capaz de firmar una película negra con aires suizos y personajes que parecen sacados de las calle de Chicago.

Todo funciona en esta historia desasosegante y cerrada en la que asistimos a la caza de un comisario meticuloso, honrado y capaz de un monstruo que asesina niñas en una Suiza de montañas y personajes también desasosegantes y cerrados.

Diálogos, actores (magnífico Michel Simon, espectacular Gretler), puesta en escena, esta película aguanta el paso del tiempo como pocos títulos de su época y se convierte en un clásico que volvemos a disfrutar gracias a Garcia y a su programa CLASSICS, un regalo semanal de este amante del cine al que habría que empezar a homenajear de forma vehemente y constante desde hoy mismo.

Una gran película.