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España España · Las Palmas de Gran Canaria
Voto de Arsenevich:
10
Drama. Intriga. Romance Anna, una rica joven romana, su novio y Claudia, su mejor amiga, se embarcan en un crucero veraniego entre las escarpadas islas sicilianas..(FILMAFFINITY)
26 de diciembre de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de unas cuantas películas de corte social, cercanas algunas de ellas al neorrealismo imperante, Antonioni mostró un significativo cambio de registro hacia una especie de existencialismo con «El grito», gran película de 1957 que sirve, de alguna manera, como prolegómeno a la trilogía informal que se inicia con «La aventura». El estreno de este film supuso un auténtico sacudón para el ambiente cinematográfico europeo de entonces, máxime si se tiene en cuenta que, ese mismo año, Fellini daba a conocer su «Dolce vita». Para la intelectualidad de la época resultó, quizá, demasiado para el cuerpo.

«La aventura» muestra una audacia estructural encomiable y un claro deseo de ruptura con las formas clásicas de narración, sin salirse, no obstante, de una compostura estética regular, esmerada y sumamente expresiva. Antonioni plantea el film como una serie de trampas discursivas que el espectador deberá ir sorteando a medida que se desarrolla el relato, intencionadamente alambicado y complejo, y llevado a cabo mediante un ritmo apático y una puesta en escena hipnótica que aprovecha la desolación de los islotes sicilianos que el grupo de burgueses que protagonizan el film visitan durante la travesía en barco. El escenario, no obstante, se mostrará muy pronto como una mera estación de paso, tanto en su aspecto físico como en el pozo emocional que deja en los personajes (en los que regresan de la isla, al menos).

La película puede causar irritación y disgusto tras un primer visionado, especialmente porque Antonioni nos muestra un retazo de historia sumamente interesante y fomenta unas expectativas de resolución que, con toda seguridad, los espectadores no verán satisfechas. No obstante, los sucesivos visionados van desvelando la multitud temática del film y su trasfondo de incomunicación, basado en este caso en la indolencia. La tragedia acaecida en la isla parece abrir una brecha emocional muy profunda en todos los presentes, pero el paso del tiempo y la atrofia sentimental de la casta a la que pertenecen llevan a Claudia (maravillosa Monica Vitti, en su primera colaboración con Antonioni) no solo a perder interés por lo ocurrido, sino a entregarse a la traición latente, que finalmente sale a la superficie. Hacia el final, Antonioni expone su propia indolencia ante los hechos y ante la conclusión misma de su ambiciosa estructura argumental, languideciendo y efectuando un letárgico goteo de secuencias hasta el fundido en negro…

Es digna de destacar la variedad escénica del film, el retrato de la frivolidad y las dificultades de comunicación de la burguesía y las no tan soterradas referencias sexuales, presentes en casi todos los entornos físicos de la película. Y también, por supuesto, la silenciosa y magnética belleza de su protagonista femenina.

Obra incomprendida y vilipendiada en su día, ha ganado prestigio como film de culto y como paradigma del mensaje de incomunicación que es la base del todo el mensaje cinematográfico de Antonioni.
Arsenevich
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