Antes de nada, aclarar que sólo pude ver poco más de media hora de película. Algo raro en mí, pues casi siempre veo todas las películas hasta el final por muy malas o aburridas que me parezcan.

El motivo por el cuál me fue imposible acabar de ver esta película es el mismo cuando una película cuyo guión se basa en unos buenos efectos especiales y dichos efectos son pésimos.

En este caso el problema han sido los "actores", pues eran malísimos, tan malos que ni siquiera el buen doblaje en castellano podía hacerme evadir de sus expresiones faciales tan falsas como exageradas.

Me recordó a las películas antiguas chinas de kárate que veía mi familia cuando yo era pequeño, allá por los años 70.

Si eres de los que no te importan que los actores sean malos, entonces puedes atreverte a ver esta película.