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Voto de Luis Guillermo Cardona:
7
Thriller. Acción Ángel (Édgar Ramírez) y su hija son raptados por un poderoso hombre llamado Léder (Ricardo Vélez), quien en el pasado habría sido víctima de un grupo de secuestradores del que formaba parte Ángel. Durante el secuestro Léder perdió la movilidad de sus piernas. Ahora varios años después, en silla de ruedas, y acompañado de su hermana Oceane (Carolina Gómez), Léder está dispuesto a todo con tal de lograr venganza contra quienes destruyeron ... [+]
10 de febrero de 2012
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sí, duele reconocerlo, pero en pleno siglo XXI, el oeste norteamericano revive en las calles de nuestra hermosa Colombia cada tanto, y esto se lo debemos a las tres fuerzas que luchan por lo que, en esta dimensión, se llama “poder”: Las fuerzas policiales que procuran asegurar la permanencia de los gobernantes; el entramado paramilitar que preserva los intereses de terratenientes y ganaderos; y los movimientos insurgentes que persisten en tomarse el poder mediante el arrasamiento de estos y de aquellos.

Una lucha ésta, con fuerte aroma de eternidad, en la que el pueblo sensato ya no le cree a nadie, algunos hacen ingentes esfuerzos por la paz, y muchos otros rezan a diario para no ser víctimas de sus desafueros o de las balas cruzadas que se disparan a diario.

La historia de “SALUDA AL DIABLO DE MI PARTE” nos remite sin duda a un western urbano. El motivo central: la venganza por el asesinato y descuartizamiento de un padre de familia y por el secuestro de un hombre a quien se tuvo tres años largos en una fosa. Este individuo se llama Leder, y junto a su resentida pero sensible hermana Helena, posee ahora una sofisticada organización que captura al guerrillero reinsertado Ángel –mejor conocido como El diablo- un hombre que desea rehacer su vida al lado de su joven hija, pero que de pronto siente que, los errores de su pasado, recobran vida en forma de retaliación.

Argumentalmente, el filme entremezcla el convencional estilo del spaghetti western con la tecnología del cine de espionaje, convirtiéndose en un híbrido que resulta bastante satisfactorio en sus aspectos formales y consigue envolvernos en una tragedia que, por más ficticia que nos propongamos sentirla, bien sabemos que tiene un triste y deplorable asidero en nuestra realidad.

Falta fortaleza en algunas interpretaciones, pero me deja plenamente satisfecho el desempeño de Salvador del Solar como el despiadado policía Moris y el de Ricardo Vélez como el implacable vengador.

Juan Felipe Orozco, demuestra aquí que tiene pulso en la dirección y un eficiente manejo de las escenas de acción, pero debería ser más exigente con –todas- las actuaciones, pues bien sabemos que éstas, más un guión sólido y una buena técnica, conforman la tríada que un director calificado necesita para poder conseguir una película de calidad.

Para terminar, creo que vale la pena citar la contundente frase que le dice Leder a la periodista española que lo entrevista al inicio de la película:

“Póngase a pensar: Si usted mata a alguien le dan 30 años de cárcel. Ahora, si usted pertenece a un grupo que mata, viola, trafica con droga, masacra o secuestra, seguramente le dan rebaja de penas… y si se porta bien, le dan un puesto público”.
Luis Guillermo Cardona
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