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Voto de Luis Guillermo Cardona:
9
Musical Retrato de la atormentada vida de la bailarina Isadora Duncan, una mujer precursora, a quien la danza y el ballet moderno le deben su razón de ser actual. Durante los años 20, transformó con su baile el panorama artístico mundial. (FILMAFFINITY)
27 de mayo de 2021
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con cuatro hijos todavía en edad de formación, Dora Duncan se vio de repente abocada a luchar por la manutención de todos ellos, cuando su marido, el banquero y empresario, Joseph Duncan, les abandonó “por otros intereses”. Pianista de profesión, la señora Duncan tuvo que complementar su arte dedicándose a dictar clases, y en 1984, fundó una escuela de arte en Oakland, California, a donde se fue a vivir con sus cuatro hijos. A la edad de once años y con el deseo de apoyar a su madre, Isadora, la hija menor, abandonó los estudios y emulando a su hermana, Elizabeth, se dedicó a trabajar con ella en la escuela. Todo esto, tendría una profunda influencia en la vida futura de, Isadora Duncan, quien, desde que viviera en San Francisco -donde nació, el 27 de mayo de 1877- ya sentía que las olas del mar la alentaban a mover su cuerpo siguiendo su ritmo. Llegada la adolescencia, Isadora fue matriculada en una escuela de danza clásica en Chicago -a donde la familia se mudó- y también estudiaría teatro en la compañía de Augustin Daly. Desde muy joven, la chica demostró que tenía grandes aspiraciones y un deseo inmenso de libertad… y eso es lo que vamos a ver, en este biopic, magistralmente dirigido por Karel Reisz.

La historia, escrita por Melvyn Bragg y Clive Exton, basados en la autobiografía, “My Life” de Isadora Duncan y en la obra de Sewell Stokes, “Isadora Duncan, An Intimate Portrait”, empieza cuando la bailarina, ya retirada, dicta su autobiografía a un mecanógrafo, y mediante una serie de flashbacks asistiremos a sus triunfos y frustraciones; sus grandes amores e infaltables desamores; y también a las tragedias que marcaron su vida para siempre… pero, nadie puede negar que, Isadora Duncan, fue una gran artista que renovó para siempre el arte de la danza; una mujer apasionada que le chupó el tuétano a la vida con gran intensidad y contra todas las adversidades… y una gran instructora que dio de su ser todo lo mejor, aspirando siempre a una vida mejor para los niños sin oportunidades. Isadora bien sabía que, todo ser humano necesita alimento para el cuerpo y para el alma… y a eso dedicó su vida, sin otro propósito que sentirse plena ayudando a los demás. Alguna vez dijo: “Mientras el sufrimiento de los niños siga siendo tolerado, esa es la prueba de que no existe amor verdadero en este mundo”.

Seguro porque sentía que su meta era servir a muchas personas y no a una sola, la Duncan se sostuvo muchos años con la idea de nunca casarse llegando incluso a decir una frase que se hizo célebre: “Toda mujer inteligente que habiendo leído el contrato matrimonial, lo acepte... ¡merece cargar con las consecuencias!”.

Grandiosa y polifacética actuación de, Vanessa Redgrave, quien se mete en la piel de la eterna bailarina como si se tratara de su propia vida… ¡y sé muy bien que ambas guardan sus semejanzas!

<<ISADORA>>, es una gran película.
Luis Guillermo Cardona
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