Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Luis Guillermo Cardona:
7
Drama Tras la muerte de su abuelo en un alúd de lodo, Jairo, un fotógrafo ambulante, y Marina, su prima muda y amnésica, deciden ir a recuperar la tierra de la que fueron desplazados años atrás. Viajan desde Bogotá a la costa colombiana en un viejo y destartalado Renault 4. Durante el viaje Marina comienza a revivir su traumático pasado. (FILMAFFINITY)
21 de septiembre de 2011
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todos los días, por cualquier medio, es fácil enterarse en Colombia de tristes historias. Lo dice la ACNUR y lo cita la película: Uno de cada diez colombianos ha sido obligado a abandonar su hogar y pueden ser, ahora, cinco millones de personas las que han perdido su tierra y el total de sus pertenencias. Las calles de las grandes capitales están inundadas de familias que van llegando cargadas de dolor, hambre, vacío y soledad.

La historia que nos cuenta Carlos Gaviria, en “RETRATOS EN UN MAR DE MENTIRAS”, también nos impacta porque no nos es posible permanecer indiferente ante el sufrimiento humano, pero es sólo una entre las muchas que suceden a diario con semejantes o peores consecuencias. Por supuesto, quedará para la historia como fiel ejemplo de lo que fue y algún día tendrá que dejar de ser. Servirá también para que, aquellos padres de familia que viven en el exceso sin importarles nadie que no sean los suyos, mientras se atosigan con una hamburguesa o con un sándwich de cinco pisos, recuerden a sus hijos que deben agradecer lo que tienen porque “sino miren como viven muchos colombianos”. Además servirá para que la gente de los países en relativa paz, se impacte y se asuste con este soberbio “filme de terror” que, sin gore y sin maquillajes espeluznantes, ha logrado un director del tercer mundo.

Estamos ante una ópera prima que, con poco presupuesto, consigue retratar parte de ese mar de contradicciones, infamias y mentiras que a diario padecemos. Y Gaviria, con ese estilo argumental a lo road movie, consigue reflejar situaciones muy dicientes y suficientemente emotivas como para que nadie permanezca indiferente.

En lo emotivo, los protagonistas cumplen plenamente con sus interpretaciones, aunque las deficiencias vocales las percibimos claramente y las vemos como un infortunado fallo que la mayoría de nuestros directores no consigue resolver… pero bueno, por fortuna bien se sabe que, a cualquier lugar donde las películas con baches de dicción lleguen dobladas o con subtítulos, tal falencia queda descontada.

Paola Baldión logra un sensitivo rol como la joven traumatizada con lo ocurrido a ella y a su familia, y es indudable que su personaje, a muchos habrá de llegarles al alma. Por su parte, el realizador Carlos Gaviria, demuestra que tiene madera y compromiso, y podría sorprendernos un día con otro gran filme made in Colombia.
Luis Guillermo Cardona
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow