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Voto de Luis Guillermo Cardona:
9
Drama Terribles fueron las luchas que Iván IV el Terrible, primer zar de Rusia, tuvo que sostener contra sus enemigos del interior y del exterior para crear un estado fuerte y moderno. En 1547, a los 17 años, Iván es coronado zar en la catedral de Moscú por el patriarca Macario. El apoyo de la Iglesia confirió al acto un prestigio sagrado que sería la base de la autocracia zarista. En el interior, para combatir a los boyardos (la poderosa ... [+]
4 de noviembre de 2017
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ascendiente, por línea paterna, del príncipe Aleksandr Nievski, dado que, su hijo Daniil, fue el primero de la larga línea de príncipes herederos de Moscú, fundador de la dinastía Danilovich de la que, él, fue el penúltimo representante, Iván IV Vasílievich (Иван IV Васильевич, 1530-1584), fue proclamado Gran Príncipe tan pronto falleciera su padre, pero, dada su temprana edad, su madre Elena quedó encargada de gobernar a su nombre, hasta que fue, supuestamente, envenenada por Iván Obolenski en complicidad de su hermana. Desde entonces, una intestina lucha por el poder se originó al interior de palacio entre las más poderosas familias, pero, el gobierno permaneció en manos de los Glinski parientes cercanos del joven heredero.

Al cumplir 17 años, el 16 de enero de 1547, tuvo lugar su coronación, pero por decisión suya -ya que siempre estuvo convencido de descender de la nobleza romana- no quiso ser llamado Gran príncipe sino Zar (Tsar=César) de todas las rusias.

Su matrimonio con Anastasia Romanovna Zajárina; su rivalidad con los boyardos (título que se daba a los ricos y a los “nobles” terratenientes eslavos) y con las iglesias a las que obligaría a pagar tributo al Estado; su afinidad con los campesinos y trabajadores… y su incontenible afán por liberar y unificar todos sus territorios, expulsando o eliminando a los invasores (tártaros, alemanes, livonios…), es lo que vamos a ver en “IVÁN EL TERRIBLE. Parte I”, la magistral obra con la que, de nuevo, el director, Sergei M. Eisenstein, demostró que era uno de los grandes.

Tras haber sido nombrado director de los Estudios Mosfilm en 1940, Eisenstein comenzó a trabajar en una gran idea que venía dando vueltas en su cabeza desde hacía rato: Llevar al cine la vida de Iván IV Vasílievich, conocido como “el temido” (grozni) y peyorativamente en occidente, "el terrible". Dos años largos pasaron en la preparación del proyecto… y el rodaje por fin comenzó en abril de 1943, con Nikolai Cherkasov (quien ya había hecho de Aleksandr Nevski) como Iván y Lyudmila Tselikovskaya como la zarina Anastasia. El rodaje -con el más imponente diseño de producción, lujosos vestuarios y los mejores equipos de fotografía e iluminación disponibles entonces- se llevó a cabo en los Estudios Kazakh film, en Alma Ata, Kazajistán, pero, el rodaje debió ser interrumpido por los bombardeos alemanes, y el filme apenas se pudo terminar a finales de 1944. Cuando se estrenó, el 30 de diciembre en Moscú, el filme se encumbró enseguida como uno de los grandes títulos que enaltecían al arte cinematográfico y dejó tan contento al líder soviético que enseguida se le dio el Premio Stalin.

En, “IVÁN EL TERRIBLE”, Eisenstein se luce con su inagotable creatividad, trayéndonos, aquí, un original y brillante ejercicio de captar el pensamiento de sus personajes, logrando que, con simples gestos y en magníficos primeros planos, nos transmitan todo aquello que pasa por sus almas, permitiéndonos comprender sus más íntimos conflictos y calladas intenciones. El ejercicio funciona de maravilla, y a los físicos enfrentamientos, se suman esas batallas interiores que nos conectan a otro nivel y muy profundamente con cada personaje.

Las escenas de masas, tienen también el habitual brillo de todas las obras del gran director ruso, y uno se siente viendo arte por excelencia, donde, el conocimiento de la historia nos permite asociarlo con el presente, como hace, Eisenstein, despertando de nuevo el nacionalismo en unos años donde, otro demencial líder -Adolf Hitler-, había tenido entre sus planes invadir a la Unión Soviética y al mundo entero.
Luis Guillermo Cardona
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