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Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Drama Una chica de 17 años vive en un barrio obrero inglés con su madre, una mujer alcohólica y promiscua que la ignora por completo. Un día, tras la marcha de la madre con un nuevo novio, se hace amiga de un joven homosexual, que está dispuesto a cuidarla a ella y a su futuro hijo, pues la chica se ha quedado embarazada después de una aventura esporádica con un marinero. (FILMAFFINITY)
9 de marzo de 2017
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando hacía el bachillerato, Shelagh Delaney, tomó fama de ser una deficiente estudiante porque desaprobó un examen en cuatro ocasiones seguidas. Como suele ocurrir, el mensaje que recibieron sus padres fue algo así como: “No presta atención, no se concentra, no muestra interés por la materia”… y claro, la chica cargó con toda la responsabilidad por sus deficientes resultados ya que, el profesor(a) jamás se pregunta: ¿Será que no estoy sirviéndome de una pedagogía adecuada? ¿Estaré siendo latoso(a) o es muy compleja la manera como dicto la materia? ¿Será que ésta alumna necesita otra forma de llegarle?... Y los padres, menos que se preguntan: ¿A nuestra hija le hará falta acompañamiento? ¿Le estamos colaborando con todo lo que requiere para ser eficiente? ¿Mostramos un serio interés por saber cómo le va en sus estudios?... Todos creen que la responsabilidad es de la alumna y únicamente suya… ¡y esto es completamente falso! Cuando el alumno pierde, el profesor pierde, los padres pierden, y la sociedad pierde, porque ninguno dio lo suficiente.

A la quinceañera, Shelagh, la cambiaron de colegio luego de aquel deplorable examen (los padres mostraron interés); allí se sintió muy a gusto con los nuevos profesores (mejor pedagogía, mayor disposición hacia ella); sus nuevos compañeros de aula fueron mucho más afables... y la joven demostró que, el problema no era sólo suyo, aprobando con gran facilidad las siguientes pruebas.

El talento y la lucidez de la adolescente, Delaney, era tal que, cierto día, tras haber asistido a la representación de la obra de Terence Rattigan, “Variaciones sobre un tema”, salió de la sala muy mortificada porque, “no se tuvo sensibilidad en la manera de tratar a los homosexuales”, y sintiendo, muy profundamente, que ella podía hacerlo mejor que el famoso dramaturgo, se puso a escribir… y es así como, a sus 20 años, su obra, “A Taste of Honey”, fue estrenada -en mayo de 1958-, en Salford, Inglaterra, ciudad en la que ella nació. La obra tendría, luego, 368 representaciones en otra sala… hasta que llegaría ¡al mismísimo Broadway!, donde fue interpretada por, Joan Plowright como Jo y Angela Lansbury como Helen, su madre. “Un Sabor a Miel” se convirtió así, en la obra inglesa, escrita por una mujer, más representada durante la posguerra.

Y aquí no acabó todo, porque, cuando el director, Tony Richardson -quien también luchaba contra las rancias costumbres y contra toda discriminación-, conoció la obra, de inmediato procuró llevarla al cine y dispuso que la propia autora, con su colaboración, fuese la responsable del guion para asegurar que la historia no perdiera su esencia.

La debutante, Rita Tushingham -proveniente del teatro-, impactaría tanto representando a aquella adolescente que primero se enamora de un marinero afrodescendiente y luego convive con un chico homosexual, que, en los festivales a donde fue llevada la película, se alzaría con el premio BAFTA y luego con el de Mejor Actriz en Cannes.

La película habla de las cosas sencillas; fue realizada con notable austeridad de medios; pero, además de las también muy buenas actuaciones de, Dora Bryan, Murray Melvin y Robert Stephens, cuenta con una cuidada cinematografía de Walter Lasally (“Tom Jones”, “Zorba el griego”…). Como asistente de dirección estuvo el, a futuro, director Peter Yates; y de la cámara se ocupó, Desmond Davis, otro naciente director que también se uniría al Free Cinema, la suerte de grupo que llevaría al cine inglés a poner los pies sobre la tierra.

<<UN SABOR A MIEL>>, no es de esas películas que buscan falsear la realidad, enajenarte o colmarte de fuertes impresiones; es tan sólo una historia sencilla sobre seres que, de seguro conoces o has conocido, pero que, con todas sus limitaciones económicas, afectivas e intelectuales, aprende a convivir, a perdonar, a gozarse la vida, a respetar la diferencia y a valorarla… y de pronto, nos demuestran que, a veces, son los adultos los que ponen los obstáculos y los que hacen que vivir sea mucho más difícil para todos.

Título para Latinoamérica: <<SABOR DE MIEL>>
Luis Guillermo Cardona
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