¿De qué sirve que te sientas indignado con la corrupción política, si no mueves un dedo para expresar abiertamente tu indignación? ¿Qué efecto produce que te sientas explotado y lleno de limitaciones, si luego sigues votando por los mismos a quienes no les importa el pueblo sino para que voten por ellos? ¿Qué sentido tiene que protestes por las malas acciones de la clase dirigente, si luego tú, a la primera oportunidad, te conviertes en otro mal político?

<<LAS MANOS SOBRE LA CIUDAD>>, es una película tan directa, tan objetiva y tan abiertamente dispuesta a dejar al descubierto las componendas, los malos manejos, el tráfico de influencias, las alianzas entre empresarios y políticos para llevar a cabo negocios ilícitos… que uno siente que está frente a esa cruda realidad que padecemos a diario y que, es indispensable, comenzar a comprender.

El mismo director, Francesco Rosi, profundo conocedor de la realidad italiana -no muy distinta de la de muchas partes del mundo-, se vio abocado a incluir un aviso al final que lo blindara de posibles demandas, diciendo: “Los personajes y los hechos que se narran son imaginarios, pero es auténtica a la vez, la realidad social y ambiental que los produce”.

El guion escrito por, Rosi y Raffaele la Capria, con la colaboración de, Enzo Provenzale y Enzo Forcella, demuestra de nuevo la indignación que sintiera, éste comprometido director, con la apabullante corrupción imperante en su país, y como ya lo hiciera en, “La Sfida”, donde denunciaba las problemáticas de los agricultores víctimas de los especuladores; y también en, “I Magliari”, donde desveló el acaparamiento y el comercio tramposo… la que podríamos llamar, ‘trilogía de la corrupción social’, se cierra con ésta potente denuncia de la construcción que, cada vez, es más intensa en la sociedad de hoy, donde el amangualarse (actuar en complicidad) entre políticos y constructores, alcanza niveles de epidemia dadas sus ambiciones desmedidas.

La película está lejos de ser un divertimento, y surge más como un filme testimonial donde la cámara ingresará a las oficinas de los empresarios para advertir sus inescrupulosas pretensiones; pasará, luego, por los espacios donde sesionan alcalde y concejales, en una época previa a elecciones municipales cuando se arman toda suerte de pactos y compromisos… y finalmente, mostrará los efectos sociales de todos sus desmanes.

El protagonista es, Edoardo Nottola (muy bien interpretado por el newyorquino, Rod Steiger), concejal napolitano y constructor, empeñado en derribar, a toda costa, una serie de humildes edificaciones, para construir edificios modernos en los que ¡jamás podrán vivir los actuales moradores!

Este hecho generará una fuerte disputa entre los ediles, y la izquierda estará fuertemente representada por el concejal, De Vita (un carismático, Carlo Fermariello), quien no dará el brazo a torcer en su propósito de desprestigiar al empresario y buscar indemnizaciones para los desalojados… Pero ¿podrá lograrlo en una sociedad donde la regla de oro es, “el que tiene el oro impone las reglas”?

Al final, uno siente que con su película, <<LAS MANOS SOBRE LA CIUDAD>>, Francesco Rosi ha vuelto a poner el dedo en la llaga.

Título para Latinoamérica: <<MANOS SOBRE LA CIUDAD>> / SAQUEO A LA CIUDAD