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Voto de Luis Guillermo Cardona:
10
Comedia El famoso escritor Sheridan Whiteside tiene una lengua viperina y un cerebro que puede resolver el crucigrama del New York Times en cuatro minutos. En un viaje a Ohio para dar una conferencia, sufre un accidente a causa del hielo y se ve obligado a permanecer recluido en la casa de un matrimonio burgués. Su comportamiento en la casa es tiránico, la gobierna como un zar y, por si fuera poco, se entromete en la vida amorosa de todo el mundo. (FILMAFFINITY) [+]
11 de enero de 2014
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es nada fácil describir a un tipo como, Sheridan Whiteside (aunque este apellido ya deja en claro que tiene su lado bueno), el hombre que acaba de posicionarse en la casa de la familia Stanley, luego de que fuera invitado a cenar y terminara accidentándose en las escaleras de entrada. De entrada, este escritor de programas radiales que ha venido a Mesalia a cumplir con un contrato establecido con una emisora, luce como un tipo megalómano, arrogante, conchudo y dispuesto a chuparle la sangre a todo aquel que se ponga en su camino. De esta manera, amenaza a los dueños de casa (Ernest Stanley y señora), intimida a sus hijos (Robert y June), hace burla del Dr. Bradley que ellos ponen a su servicio… y mantiene al borde de un ataque de nervios a la enfermera, Miss Preen. Sólo su asistente, Maggie Cutler, lo conoce a carta cabal y sabe que, dentro de ese aparente ogro, anda bien camuflado un tipo encantador.

<<EL HOMBRE QUE VINO A CENAR>>, se va cubriendo de un puñado de locos y encantadores personajes; comenzarán a fluir mordaces, impertinentes y deliciosos diálogos capaces de motivar reiteradas carcajadas; y entre un montón de provocativas situaciones, se irá construyendo un personaje que está lleno de encanto y generosidad, aunque sus actitudes ¡hay que reconocerlo! no siempre son santas.

Monty Wooley, retoma como Sherry Whiteside, su gran éxito teatral, y junto a un excelente reparto (Bette Davis, Ann Sheridan, Billie Burke, Jimmy Durante, Mary Wickles…) consigue brindarnos una de las más exquisitas interpretaciones que se hayan realizado en el Hollywood de los años 1940.

También el director, William Keighley, alcanza impecables resultados con su diligente dirección de actores y su ágil y movida puesta en escena… y por todos los costados, la película se convierte en una adorable comedia que siempre se disfruta en cada revisión.

La obra se hizo realidad, inspirada en el crítico teatral y comentarista radial, Alexander Woollcott, de quien se cuenta que estuvo de visita un día en casa del escritor, Moss Hart; se posicionó enseguida de su alcoba… puso a los empleados a atenderle como a un rey… y cuando se marchó, había dejado la casa hecha un revoltijo. Cuando, Hart, le contó a su amigo y socio, George S. Kaufman, de semejante visita, éste comentó: ¿Imagina lo que hubiera pasado donde se rompa una pierna y hubiera tenido que quedarse? Momentos después, ambos reían a las carcajadas especulando con lo que podía suceder y entonces supieron que tenían en las manos otra estupenda obra de teatro.

No lo dude, <<EL HOMBRE QUE VINO A CENAR>>, es una comedia de nunca olvidar.
Luis Guillermo Cardona
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