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Voto de Luis Guillermo Cardona:
6
Western. Aventuras En 1896, Jeff, un solitario aventurero de oscuro pasado, se dedica al lucrativo negocio de surtir de carne de vacuno los asentamientos de buscadores de oro del Yukon, en Alaska. (FILMAFFINITY)
30 de octubre de 2019
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
“¿Qué es la historia sino un registro donde figuran los crímenes y las miserias que el hombre inflige a sus hermanos? -Escribía Washington Irving en su 'Historia de Nueva York'- Es un libelo poderoso sobre la naturaleza humana al que añadimos, página tras página, como si estuviésemos levantando un monumento al honor, en lugar de a la infamia de nuestra especie”.

El cine western, ha sido una manera edulcorada y falsificada, y de vez en cuando objetiva y edificante, de contar la violenta historia del siglo XIX en el suroeste estadounidense. Se han creado arquetipos a los que hemos visto hasta la saciedad: El héroe apuesto y con un alto sentido de la justicia -ejemplo del americano por excelencia- y el villano malencarado dispuesto a violar toda norma -ejemplo del ciudadano “al que hay que desterrar o eliminar preferiblemente”-… Las minorías raciales (indígenas, inmigrantes…) son presentadas como “un obstáculo para el progreso” y, los ciudadanos anglosajones, son el “símbolo del valor y el emprendimiento” … Un buen hombre quiere asentarse en una pequeña tierra para llevar una vida en paz, y un poderoso hacendado decide que le interesa esa tierra y está dispuesto a apropiársela a como dé lugar… y entre este acervo de modelos, está el viaje que -con algún propósito- emprende un grupo de personas, y un puñado de hombres -el héroe entre ellos-, se encargará de protegerlos de los infaltables tropiezos que encontrarán en el camino.

Jeff Webster, un hombre de Wyoming, también emprende su viaje con dirección a Dawson, Alaska, donde espera vender su ganado, y con sus amigos, Ben y Rube, el primero un anciano noble y leal, y el otro un frustrado bebedor, tendrá una aleccionadora aventura que, quizás, lo cambie para siempre.

Individualista y centrado tan solo en sus propios intereses, Jeff podría ser una suerte de Rick Blaine (“Casablanca”), pero, a diferencia de éste que tenía un corazón de mantequilla, el hombre de Wyoming marcha indiferente ante las injusticias y las desgracias ajenas… hasta que alguien, pero, sobre todo, El Gran Ben, lo compromete a actuar.

Con un personaje como Jeff Webster, no es posible empatizar en momento alguno, y de haber sido otro actor y no el carismático, James Stewart, quien lo representa, habríamos deseado patearlo en sus escasas posaderas. ¿Fue el escritor, Borden Chase, o acaso el director, Anthony Mann, quien pretendió hacer atractivo semejante personaje? El filme hasta resulta misógino cuando vemos como la fascinante -pero descarriada- morena (Ruth Roman), y también la “pecosa” -y honesta- rubia (Corinne Calvet), se derriten por semejante egocentrista que solo estará dispuesto a actuar cuando se metan con su vida, con su amigo Ben y sus pertenencias. Que hay hombres así, ¡los hay!... pero, como héroe de una historia, resulta bien difícil pensar siquiera en apreciarlo.

Una impecable fotografía, ambientada en los majestuosos parques de Canadá, viste de lujo la intermitente trama de, <<TIERRAS LEJANAS>>… ¡y esto sí nos ha dejado hondamente satisfechos!

Título para Latinoamérica: SIN MIEDO Y SIN TACHA
Luis Guillermo Cardona
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