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Voto de Luis Guillermo Cardona:
4
Western Un pistolero llamado Cole Thornton (John Wayne) acude a El Dorado por encargo de poderoso terrateniente, Bart Jason. El cacique le ofrece un trabajo: expulsar de unas tierras próximas a una familia de granjeros, los McDonald. Thornton acaba rechazando el encargo a instancias de Jean Paul Harrah (Robert Mitchum), el sheriff de El Dorado y viejo amigo de Cole. Tiempo después, Thornton se entera de que otro pistolero ha aceptado el trabajo ... [+]
6 de agosto de 2016
9 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Ataviado con alegría, / un caballero galante, / entre sol y sombra / había viajado mucho, / cantando una canción, / en busca de El Dorado. / Pero se volvió viejo / -este valiente caballero- / y sobre su corazón una sombra / cayó cuando él se encontró / sin un pedazo de tierra / que se pareciera a El Dorado. / Y, como sus fuerzas le fallaron en el trayecto, / él encontró una sombra peregrina, / a la que preguntó: "Sombra, / ¿Dónde puede estar la tierra de El Dorado?” / "Sobre las montañas de la luna, / bajo el valle de las sombras, / cabalgando, valientemente cabalgando / -replicó la sombra- / si tú buscas El Dorado!"

Este poema, escrito por Edgar Allan Poe en 1849, titulado “El Dorado”, fue el que inspiró al escritor, Harry Brown, para escribir su novela, “The Stars in her Courses” (1960), en la que cuenta la historia de un hombre llamado, Arch Eastmere, quien, cansado de buscar fortuna inútilmente durante dos años en México, decide volver a su tierra para planear el siguiente paso a seguir. Pero, cuando creía encontrar un pueblo tranquilo, Arch se da cuenta de que la gente tiene muchos problemas: Marcos Lacy, el hombre que le prestó el dinero para su viaje, se ha dedicado a la bebida y ahora culpa a los demás de sus problemas. Los Randals, han represado el río en un intento de arruinar a los demás ganaderos, incluido Lacy… y lo que sigue, es una guerra "donde alguien tiene que ganar y alguien tiene que perder".

La guionista, Leigh Brackett, hizo comedidamente su tarea de adaptar lo mejor posible la novela y quedó convencida de que había hecho otro trabajo creativo y novedoso. Pero, a medida que avanzaba el rodaje de la película, <<EL DORADO>>, la historia comenzaba a parecerse más… y más… y más a “Rio Bravo”, hasta que, invirtiendo tan sólo un par de roles -el sheriff es ahora el borracho y el asistente es el sobrio-, éstos se juntan con un viejo guardián y un chico -que aquí apenas aprenderá a disparar- y de nuevo deberán cuidar en la cárcel a un hombre al que sus compinches quieren rescatar. ¡Asalto al precinto II!

Pero no surge aquí, el encanto que tenían los personajes del filme previo: Arthur Hunnicutt, no le llega a los tobillos a Walter Brennan. El viejo John Wayne, está ya tan desgastado que tienen que usar un doble cada que tiene que correr de un lado a otro de la calle… pero aún así, insistió en lucir como un gran seductor, y el director Howard Hawks tuvo que poner a que "le adorase” ¡nada menos que a la ex Miss Maryland, Charlene Holt! Los diálogos, con muy poca sal y pimienta. De mal gusto que, en alusión a grandes líderes indios, el caballo de Cole Thornton se llame Cochise y al viejo elimina-indios lo llamen Bull… y, Hawks, cae tanto en la autocomplacencia que hasta retoma el momento final de, “The Big Sleep”, cuando Marlowe obliga a Eddie a salir en vez de él para que reciba ‘la sorpresa’.

Así las cosas, con <<EL DORADO>>, Brown el escritor, quedó tan aburrido que pidió que su novela fuera excluida de los créditos… favor que no se le concedió porque ya había firmado el contrato con la penosa cláusula: “Con derecho a las modificaciones que se consideren necesarias”. También la guionista debió haberse sentido desmoralizada porque, ella, que siempre odió el hecho de repetirse, en este guion tenía fundadas sus mayores esperanzas, y al ver que todo se convirtió en un apocado remake, debió imaginar su imagen empañada, pues, acciones como la de que, Thornton, muriera al final y otras, fueron completamente descartadas.

Pero, las ‘estrellas’ siguen su curso con el aplauso incondicional de sus seguidores.
Luis Guillermo Cardona
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