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Voto de Luis Guillermo Cardona:
10
Aventuras. Western Año 1925. Fred C. Dobbs (Humphrey Bogart) decide ir a Tampico en busca de oro para salir de la miseria. Emprende el viaje con otros dos vagabundos (Walter Huston y Tim Holt), pero la codicia y la envidia que surge entre ellos les creará más problemas que cualquier dificultad del camino. (FILMAFFINITY)
25 de agosto de 2010
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tres hombres que buscan dar significado a sus vidas, emprenderán la aventura que los lleve hasta donde está el oro: Ellos, como tantos otros, también piensan que se es por lo que se tiene, y contra todo riesgo -sintiendo que hasta el mismo destino les ha dado un empujoncito con la fracción de lotería que Dobbs compró a regañadientes-, emprenden camino a lomo de mula, hacia la Sierra Madre, donde les espera la suerte que habrá de cambiar sus vidas.

La película está basada en la obra “Der Schatz der Sierra Madre” que escribiera el reservado escritor B. Travers (seudónimo del alemán Bernard Traven Torsvan) aquel que con sabiduría dijera: "¿Que dónde queda mi patria? En el lugar en el que me encuentre y en el que nadie quiera saber quién soy, qué estoy haciendo o de dónde soy: ésa es mi patria, esa es mi tierra".

A John Huston, esta novela le caía como anillo al dedo, pues conectaba perfectamente con su visión de la vida y con ese entendimiento que lo llevaba a saber que el fracaso en lo que se desea es, con frecuencia, un encuentro con lo que en realidad se necesita. Y que es en los momentos difíciles donde el hombre aflora su verdadera esencia. Y esta, creo yo, es la lección clave de este lúcido filme en el que pesan las soberbias caracterizaciones de Walter Huston (exaltada con el premio Oscar), quien representa al ducho buscador de oro que toma las riendas de la expedición y luego se lucirá en su rol de curandero. Humphrey Bogart nos da también una espléndida interpretación y se nos clava en la memoria como el desconfiado y ambicioso Dobbs. Y Tim Holt impecable haciendo del hombre digno que en la crisis florece como ser humano.

Con gran maestría, John Huston logra que de una simple aventura fluya todo un manantial de sentires que reflejan con honda fuerza y con plena claridad un camino que, con los ojos vendados, recorren a diario innumerables seres humanos. Así, “EL TESORO DE LA SIERRA MADRE” es la riqueza que a diario buscan tantísimos hombres cegados por la ambición, dispuestos a hacerse ricos pisoteando a quien sea y negándole, a muchos otros, cualquier derecho a participar de las bondades del mundo.

El filme goza además de una efectiva fotografía en blanco y negro que pareciera rememorar una historia que ya pasó, pero que deja la estela de una realidad que todavía el hombre se niega a transformar. El montaje es conciso, de planos efectivos y con la duración exacta. Y la música de Max Steiner subraya las imágenes con una discreción ya común en el cine de un gran director que, con gran merecimiento, se llevó consigo los premios Oscar al Mejor Director y al Mejor Guión Adaptado.

Este es el cine que permanece en la memoria.
Luis Guillermo Cardona
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