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Voto de Luis Guillermo Cardona:
6
Comedia Juno Macguff tiene 16 años y es, según los adultos, más inteligente de lo que le conviene. Es ingeniosa, culta, observadora y, sobre todo, sarcástica. Ese sarcasmo no es más que una coraza para ocultar sus miedos y dudas. A raíz de la relación con un compañero de clase (Michael Cera) se queda embarazada. Y, como él se desentiende del problema, Juno toma una decisión que cuenta con la aprobación de su familia: tendrá el niño y lo dará en ... [+]
18 de septiembre de 2014
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Debut como guionista de la “terrible”, pero brillante escritora Diablo Cody (Brooke M. Busey), quien además se alzaría con el premio Oscar, “JUNO”, dirigida por Jason Reitman, fue la primera gran oportunidad para el lucimiento de esa magnífica actriz que ha resultado ser Ellen Page, a quien me es fácil comparar con Jodie Foster, por su particular atractivo en el cual resalta un sólido carácter y unos ojos maravillosos y súperexpresivos; ambas son actrices desde muy niñas; tienen un talento innato y muy potente para lo que les pongan… y hasta comparten gustos personales, que cada vez corroboran lo mal que lo vienen haciendo los hombres de la nueva generación. Ojalá que Ellen se cuide mucho en la tarea de elegir sus papeles, porque lo tiene todo para ser la gran actriz de los próximos años.

“JUNO” está planteada, de principio a fin, con base en este personaje y Ellen Page se mueve como pez en el agua, poniéndose en los zapatos de una chica de 16 años que se ha dejado embarazar por un compañero de colegio al que ni siquiera siente que ama. Y como a ese hecho le queda la opción del “deshecho”, Juno piensa primero en abortar… pero los avisos del Hado llegan y ella los escucha, y entonces decide que, al nacer, dará de inmediato en adopción a su hijo. Su padre y su madrastra, dos personas muy adultas y condescendientes, acogen sin objeciones la idea de la joven… y pronto, Juno mantendrá contacto con Mark y Vanessa Loring, la pareja que ha elegido para que se haga cargo de la criatura.

A medida que se desarrolla la historia, ésta va dando lugar a interesantes y profundas reflexiones, pues además de contar con personajes muy bien estructurados y transparentes, sus precisos diálogos dan puntadas que nos remueven desde muy adentro. Todo marcha de maravilla, con toques de comedia, finas sutilezas y decisiones que confrontan… hasta que llega el momento en que sentimos un sabor amargo para el que no hay miel alguna que consiga quitárnoslo de la boca.

(Para poder explicarlo he de hacer referencia al desenlace del filme)

Creo firmemente en la autodeterminación de los hijos. Soy un profundo defensor de que debemos dejarles seguir su propio destino, pues, es solo por el apego a viejos paradigmas, por arrogancia paterna o por deplorable miedo, que pretendemos imponer lo que creemos –no sabemos- que ellos necesitan. Nuestro rol como padres, debe limitarse a enseñarles con el ejemplo y ayudarles a pensar, pero esto No incluye, tomar las decisiones que a ellos, y solo a ellos, corresponden.

Y es aquí que, habiendo sido yo el padre de la joven Juno, hubiera buscado las mejores preguntas para que, al descubrir mi hija que hay verdadero amor entre ella y el padre de la criatura, pensaran en la hermosa posibilidad de comprometerse con ese hijo que es, sin duda, un regalo inigualable para quien sabe apreciar las bondades de la existencia. Y Juno y Paulie, son dos chicos en un buen proceso que fácilmente les haría idóneos para sobrellevar con sensatez la paternidad. Además, y ya que no tenemos otros hijos, me ofrecería junto a mi esposa a dedicarle algún tiempo a ese angelito mientras mi hija prosigue con sus estudios.

El filme abre la puerta a preguntas muy necesarias: ¿Y si pasado algún tiempo, Juno y Paulie empezara a añorar al niño? ¿Por qué los abuelos no abrieron la posibilidad de comprometerse parcialmente con el bebé? Si Vanessa se separa ¿favorecerá al niño formarse sin el espejo de un padre? Y si vuelve junto a Mark ¿si será él el padre adulto que el niño necesita? ¿Cómo puede decir Juno a Paulie que le ama (y viceversa) y no importarle a ninguno el hijo de su pareja? Si la madrastra fue tan clara con la empleada que hizo la ecografía a Juno ¿por qué no animó a la joven a que fuera una buena madre adolescente? ¿O es que, al final, creía también en lo que dijo la empleada? Y finalmente, me pregunto: ¿Podrá haber felicidad para una pareja que, teniéndolo todo, rechaza al hijo que, los eligió, como padres?

Nada tan improcedente como esa canción a dúo del final. Una historia que concluye como ésta, no tiene lugar para un final feliz.

Título para Latinoamérica: “LA JOVEN VIDA DE JUNO”
Luis Guillermo Cardona
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