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Voto de Luis Guillermo Cardona:
7
Drama Biopic de Phiona Mutesi, una joven ugandesa prodigio del ajedrez. Con 11 años ganó el campeonato juvenil de su país. Poco después pudo salir por primera vez de Uganda para ir a un torneo en Sudán. Y llegó a competir en la Olimpiada Mundial de la disciplina. (FILMAFFINITY)
12 de enero de 2018
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Aunque nació en Rourkela, India, desde hace ya varias décadas, la directora Mira Nair, vive en Sudáfrica, hecho que le ha permitido conocer, profundamente, los enormes problemas que todavía subsisten en estos países, pero, también los grandes valores que se preservan en la tierra y entre las personas más humildes.

Por esto, para ella fue un privilegio poder contar la historia de Phiona Mutesi, la chica nacida en Kampala, Uganda, en 1996, ya que, con este filme, pudo demostrar que “los genios están en cualquier lugar y lo único que tenemos que hacer es encontrarlos y comprometernos con ellos”.

Huérfana de padre desde muy pequeña, y con una hermana fallecida poco tiempo después, Phiona se crió en un ambiente de suma pobreza en Katwe, el barrio que la vio nacer. Antes que enviarla a la escuela, su madre la requería para que vendiera maíz en las calles, pues, de esta madera ayudaba con el sustento de la familia, pero, así la niña se levantó iletrada y con una gran introversión… pero, la vida parecía querer para ella otro destino, y fue así como conoció a Robert Katende, un misionero que daba comida a los niños a cambio de que aceptaran aprender a jugar ajedrez.

Lo que se derivará de este encuentro, es lo que vamos a ver en esta emotiva y ejemplarizante historia que, basada en hechos verdaderos, nos obliga a dirigir por un momento la mirada hacia aquellos lugares donde muchos evitan mirar para no sentirse egoístas o culpables. Aunque, con la sutileza y la reserva que reclama siempre una productora como la Disney, encargada de este proyecto, “REINA DE KATWE”, consigue mostrar las abismales diferencias y las grandes desigualdades que separan, incluso, a los diferentes sectores de Sudáfrica, pero, lo que más pesa en el filme, es esa capacidad de superación y ese enorme talento que a veces se oculta en los seres más modestos e ignorados.

Aunque para los personajes del misionero e instructor Katende, y el de la madre de Phiona, la señora Nair, pudo contar con actores tan profesionales como David Oyelowo (“Lincoln”, “El Mayordomo”, “Selma”…) y Lupita Nyong’o (“12 Años de Esclavitud”, “Star Wars: El despertar de la Fuerza”…), tuvo también la difícil tarea de trabajar con un gran grupo de jóvenes sin experiencia alguna ante las cámaras (incluida la protagonista Madina Nalwanga), pero, para su fortuna, logró de ellos una respuesta tan efectiva que, no sería raro, si a alguno(s) lo(s) vemos pronto en nuevas apariciones cinematográficas.

El filme tiene mucha calidez; es fácil meterse en el alma a la joven Phiona, cuando la vemos en sus luchas diarias para sobrevivir y para forjarse como una gran jugadora de ajedrez; y también ese instructor, Katende, resulta un hombre ejemplar y uno de esos héroes que muy pocas veces consiguen cierto reconocimiento social.

“REINA DE KATWE”, es la clase de película que debería llevarse a los colegios y a los hogares, para demostrar a los muchachos, cómo algunas personas con mayores carencias que ellos, logran salir adelante y obtienen grandes triunfos.

Vale recordar una frase del instructor:

“A veces, el lugar al que te acostumbras no es el lugar al que perteneces… es allí donde tú deseas estar”.
Luis Guillermo Cardona
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