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Voto de Luis Guillermo Cardona:
7
Drama. Cine negro Steve Kenet, un veterano piloto de guerra, es ingresado en un psiquiátrico después de haber confesado el asesinato de su esposa. La doctora Ann Lorrison es la encargada de esclarecer el oscuro caso. (FILMAFFINITY)
23 de octubre de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un hombre, en estado crítico, viaja con su esposa en un automóvil, ella parece muerta y en algún punto del camino donde se avista un río de escaso caudal, el hombre vira intencionalmente y el auto cae al abismo. Cuando se le interroga en la estación de policía, Steven Kenet -quien fuera piloto de la fuerza aérea y ha sobrevivido al hecho-, confiesa, “maté a mi esposa y luego traté de suicidarme”.

El caso parece cerrado: el cadáver ha sido encontrado con huellas de estrangulamiento y el marido ha confesado su crimen… pero, al advertir cierta confusión mental en el sindicado, hay quienes no creen que el caso sea tan obvio y se propone, entonces, que Kenet sea llevado a un hospital psiquiátrico donde le hagan una exhaustiva evaluación. Así es como, Kenet, conocerá a la psiquiatra, Ann Lorrison y ella, con profesional paciencia, se encargará de buscar en su mente aquellas cosas que el paciente pudo haber olvidado… y hasta es posible que descubra la más razonable explicación de lo sucedido.

Una historia de, Alan R. Clark y Bradbury Foote, convertida a guion por, Lester Cole y Sydney Boehm, es el material de que dispuso el director, Curtis Bernhardt (a quien de seguro se le asignó este título por el buen resultado que obtuvo su filme precedente, “Possessed”, donde también se ocupaba de otro caso psiquiátrico). Con ese buen manejo de la técnica narrativa que ha caracterizado su cine; con una trama que, paso a paso, va poniendo un poco de luz en el ambiente, y sirviéndose de un blanco y negro muy bien iluminado, el director logra una suerte de intrigante thriller psicológico… ¡y hasta nos sorprende que consigue hacer actuar al casi siempre incompetente, Robert Taylor, quien, se muestra bien dispuesto a no lucir, una vez más, como el eterno galán irresistible.

Inevitable relacionar este filme con, “Spellbound” (1945), la película de, Alfred Hitchcock, en la que otra psiquiatra se ocupa de un difícil caso de amnesia y traumatismo, donde también surgirá un crimen de por medio… y una transferencia entre, doctora y paciente, que sobrepasará el terreno de lo profesional para complacer al respetable público.

Al filme se le abona, también, una mesurada crítica a ciertas profesiones, y la presencia de actores tan profesionales como, Herbert Marshall (Whitcombe), Audrey Totter (la Dra. Morrison) y H.B. Warner (Mr. Slocum), entre otros, favorece la dinámica de este ejercicio de psiquiatría donde habrá lugar para la justicia… y hasta para un poco de amor por la humanidad.

Pero, como buena parte del público sólo busca películas que lo distensionen o distraigan, <<MURO DE TINIEBLAS>>, no fue suficientemente bien acogida y, a la Warner Bros., le reportó una pérdida moderada.

Con todo, se trata de un filme que vale la pena ver, porque demuestra una de tantas situaciones donde, lo que resulta evidente, puede haber ocurrido de una manera insospechada… Razón por la que nadie debería tomarse la justicia por su mano, pues, mientras no se hayan sopesado rigurosamente todas las pruebas, es atrevido condenar… y si hay prejuicios de cualquier índole, el riesgo es aún mayor.
Luis Guillermo Cardona
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