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Voto de Luis Guillermo Cardona:
7
Drama Daniel Larusso llega a Los Ángeles procedente de la costa Este de Estados Unidos dispuesto a hacer nuevos amigos. Sin embargo, se convierte en el blanco de los ataques de los Cobras, un hostil grupo de estudiantes de kárate, cuando comienza a salir con Ali, la antigua novia del cabecilla del grupo. En tal situación, no tiene más remedio que pedirle ayuda a Miyagi, un maestro de artes marciales, para que le enseñe kárate. Bajo la tutela ... [+]
4 de febrero de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Qué razones pudo haber para que una película tan modesta como, <<THE KARATE KID>>, se hubiese convertido en un gran éxito comercial, ameritara dos secuelas, una serie de tv y dos nuevas versiones en años más recientes? Queriendo que habláramos de este filme, mi hijo de 19 años me lo mencionó recientemente diciéndome que le gustaba mucho… pero en mi memoria, sus imágenes y su historia se habían borrado bastante, así que optamos por volver a verlo juntos… y ésta es la impresión que tengo ahora de una historia que me gustó mucho cuando la vi hace unos 25 años:

Comienzo diciendo que la historia es tan simple que puede resumirse en tres renglones: Un chico es molestado por un estudiante mayor de su colegio que también es instructor de karate. Entonces, Daniel (así se llama el joven) se consigue un maestro de artes marciales… y un día le dará su merecido al prepotente rival. Es todo. La venganza repetida hasta el cansancio y absolutamente predecible. El resto son las necesarias arandelas.

Pero, es precisamente en éstas arandelas, donde se centra el atractivo y la pega de este filme. En primer lugar, porque ofrece un punto clave de identificación para los incontados muchachos que hacen parte del común. La gente sencilla que se sabe menos favorecida y que, por esta precisa razón, siente rabia, envidia y/o descorazonamiento ante aquellos que lo tienen todo: atractivo, posición social y ‘poder’.

Partiendo de un guion de Robert Mark Kamen, el director John G. Avildsen, ha sabido hacerse de un chico modesto, de origen latino, baja estatura, piel trigueña y un nombre de bajo perfil (Daniel Larusso)… es decir, uno más entre tantos muchachos que vemos en las calles; uno de aquellos jóvenes que, en los filmes sobre escuelas, suelen hacer de malitos, pero que aquí resulta muy simpático, desprende bastante carisma, y se muestra dispuesto a aprender al lado de su brillante (y modesto) maestro Miyagi, cuanto sea necesario. Además, no posa de valiente aunque demuestra carácter; sabe solidarizarse con las chicas cuando hace falta; y tiene el suficiente coraje para soportar los porrazos que sean necesarios hasta que llegue su momento. ¡Cómo no identificarse y querer parecerse a él! (El Spiderman de Tobey Maguire, se me viene ahora a la memoria).

Necesario abonar que, tanto el joven, Ralph Macchio, como, Niroyuke (Pat) Morita, se adentran muy bien en sus papeles y transmiten a plenitud ese espíritu de superación que se logra con elementos de una simplicidad pasmosa… y es ésto, me parece, lo más valioso y trascendente del filme, pues, se deja bien plantado que, en la cotidianidad hay una sabiduría en la que uno puede adentrarse. Es así como el encerar un auto, pintar una pared, o mantenerse en pie ante el asalto de las olas del mar, pasan de ser actos en apariencia convencionales, a transformarse en elementos que dan forma a la adquisición de una magnífica técnica de autodefensa.

Así, vestida de sencillez y de visión profunda, la historia se arma de trascendencia, dejando sembrado en cada muchacho el sentido de la amistad; el valor de ser coherente con los propios principios; y lo indispensable que es mantener la perseverancia para poder lograr cualquier cosa que uno se proponga… y por supuesto, también queda debidamente reflejado que la arrogancia, la “sobradez” y el juego sucio, siempre serán repentina, y bruscamente, bajados de su pedestal.

Y totalmente de acuerdo con usted, maestro Miyagi: “No existe el mal estudiante, sólo el mal maestro”, porque con cariño, respeto, adecuada pedagogía y el debido acompañamiento, cualquier chico consigue salir adelante.

Título para Latinoamérica: <<KARATE KID>>
Luis Guillermo Cardona
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