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Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Drama Crónica sobre las vicisitudes de los Essenbeck, una familia de la alta burguesía alemana propietaria de una importante empresa siderúrgica. La historia se extiende desde el incendio del Reichstag (1933) hasta la "Noche de los cuchillos largos" (1934), durante la cual tuvo lugar la matanza de los miembros de las SA. Tras la subida al poder del nacionalsocialismo, la familia discute qué posición debe adoptar respecto al nuevo régimen. ... [+]
4 de noviembre de 2010
22 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este no es un filme sobre invasiones con el afán de extender un imperio prepotente; tampoco trata sobre el secuestro de hombres, mujeres, niños y ancianos, cuyo único pecado era ser judíos, negros u homosexuales; no alude a los infames campos de concentración donde se sometía a los prisioneros a todo tipo de vejámenes y torturas... y no veremos las infames duchas de gas donde se acababa con sus vidas sin compasión alguna. Ni siquiera habrá lugar para contemplar las horripilantes y dolorosas fosas comunes, donde cientos de cadáveres, lenta y tortuosamente consumidos, eran apilonados como si de animales se tratara.

De ésto, se han ocupado ya decenas de filmes tan impactantes como: "The Seventh Cross“, "Nuit et Brouillard”, "The Diary of Anne Frank", y muchos otros.

Pero, Luchino Visconti, sentía que faltaba un tema por explorar: El ser interior de una familia matriculada en el nazismo. Para el director italiano, sondear en la intimidad de sus personajes fue siempre más importante que los mismos hechos que ejecutaban, porque era allí donde se les conocía mejor y donde podían ser sacadas a la luz las causas primigenias de sus inclinaciones. Esto es psicología pura, y en tal sentido, la labor de Visconti resulta valiosa y encomiable.

También los nazis tuvieron motivaciones, traumatismos, ausencias afectivas, y malas influencias paternas y sociales que los animaron a ser lo que fueron y a hacer lo que hicieron. No fueron malos per se, no nacieron siendo mala semilla, no odiaban por odiar…

Con ese guion escrito por él mismo, con la colaboración de Nicola Badalucco y Enrico Medioli, Visconti -un hombre culto que supo anteponer el Ser en el corazón de sus historias-, se propuso desnudar sin aspavientos y sin reservas, los vacíos afectivos y los necios paradigmas sobre los que estaba asentada la típica familia nacionalsocialista. Los personajes son puntuales: el empresario dispuesto a cualquier falsedad y adulación para llevarse cómodamente con quienes detenten el poder; el relegado “brillante” con afán de poseerlo todo; la mujer sin escrúpulos que se olvidó de ejercer su papel de madre; el hijo con nobles aspiraciones al que se quiere retener, a toda costa, en la maquinaria familiar… y el joven desadaptado –pedófilo e incestuoso- para quien el nazismo es una feliz oportunidad de desahogo de todo el odio que ha llevado por dentro.

Y en todo ésto, hay un efectivo panorama, suficientemente explícito y bien delineado, que nos permite comprender que no hay gratuidad en el surgimiento y consolidación de uno de los más horrendos movimientos políticos que ha generado la historia humana. Por éste motivo, no hay un solo personaje al que podamos apreciar con otro sentimiento que consideración, porque duele ver como los falsos valores del poder y el dinero, se propagan como dioses... y el amor y el respeto por toda vida, se dejan de lado como si se tratase de bagatelas.

Título para Latinoamérica: LOS MALDITOS
Luis Guillermo Cardona
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