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Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Drama Tras un inocente juego en la playa junto a sus compañeros de clase al comienzo del verano, la vida de cinco jóvenes hermanas huérfanas de un pequeño pueblo turco cambia radicalmente. Disgustados por la supuesta inmoralidad en el comportamiento de las chicas, su abuela y su tío deciden tomar medidas que garanticen la virginidad y pureza de las cinco hermanas, así como precipitarlas hacia su destino de futuras esposas. (FILMAFFINITY)
23 de marzo de 2017
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cinco hermanas turcas, entre los 12 y 16 años, que han quedado huérfanas, viven ahora con la abuela materna y con un tío de mediana edad. Al salir a vacaciones del colegio, las muchachas son acusadas por una vecina de haberse comportado lascivamente con algunos compañeros mientras se bañaban, y sin dar crédito a sus palabras, las jóvenes son primero castigadas por la abuela y luego encerradas por el tío cual si estuvieran en una jaula. Pero, el espíritu de las chicas anhela levantar vuelo, y pronto comenzarán a ingeniárselas para evadir las restricciones, para lo cual, la misma abuela y la tía Emine colaborarán a su manera.

Así comienza esta sensible historia que da cuenta del alto nivel de subyugación en que se preserva a las mujeres en ciertas culturas y en pleno siglo XXI. Aunque no se hace mención directa, por las características tradicionales que aquí se describen: Mujeres destinadas a casarse en plena adolescencia con lo que se van obligadas a abandonar sus estudios; matrimonios por conveniencia, acordados por los padres sin que medie una relación previa entre la pareja y mucho menos el amor; verificación del sangrado en la noche de bodas como garantía de que la joven sí era vírgen… es indudable que se apunta al pueblo gitano (romaní o zíngaro, como también se les conoce), de los cuales, cerca de 5 millones suelen habitar en la República de Turquía.

Opera prima de la directora turca, Deniz Gamze Ergüven, y con guion escrito por ella en compañía de Alice Winocour, antes que asumir esta historia como un acto de condena contra el atraso y las más rancias tradiciones, “MUSTANG” es, sobre todo, una exaltación del valor de aquellas mujeres que, a todo riesgo, luchan por sus reivindicaciones en los complejos y abusivos entornos donde les ha tocado vivir. En este caso, el título es perfecto, porque Mustang se refiere a los caballos salvajes de norteamerica que se escapan de su cautiverio e intento de domesticación, y se readaptan a vivir libremente en la naturaleza. Entre los esclavos humanos, el término utilizado para estos hechos era cimarrón. Los nativos americanos han tenido siempre a los Mustang en el más alto aprecio y respeto por su fortaleza y su resistencia, y de igual manera, la humanidad evolucionada bendice y valora a toda mujer que lidere la lucha contra cualquier clase de yugo que les haya correspondido.

Acabo de leer una frase de la joven y comprometida actriz, Emma Watson, que me resulta muy atinada: “Si eres mujer y has escuchado en tu cabeza una voz que te dice: ¿Quién eres tú para decir algo?, recuerda que eres un ser humano que puede cambiar el mundo”.

En Sonay, Selma, Ece, Nur y Lale, sus niveles de fortaleza y de resistencia son bastante desiguales, y cada una, pareciera representar los diferentes roles que han jugado (y siguen jugando) las mujeres en la historia. ¿A quién te asemejarás tú? Pareciera querer decirle a cada chica la directora, confiando en que sean, más y más cada día, las que opten por tomar el camino de las más pequeñas.

El filme está lleno de momentos muy gratos donde la aflora la hermandad y la solidaridad en toda su grandeza; y también acudiremos a otros muy fuertes que nos hacen lamentar el penoso atraso humano. Pero, y esto es bien plausible, cada situación es manejada con el más prudente distanciamiento y sin alimentar en nosotros sentimientos indebidos.

Las interpretaciones de las chicas -todas ellas actrices noveles- resultan muy cálidas y verosímiles y uno termina encantado, especialmente con Lale (Günes Nezihe Sensoy), la pequeña vivaracha que toma la rienda de la libertad. Al final, se queda con ese gusto a buen cine, pues, con una estética muy cuidada; con personajes con los que es fácil y placentero empatizar; y con un planteamiento sociológico muy profesionalmente documentado, uno siente que ha estado una vez más, en el fascinante contacto con el Arte Cinematográfico.
Luis Guillermo Cardona
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